El árbitro de fútbol Martín Bustos fue imputado este sábado por la mañana en el Centro de Justicia Penal. La fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Carla Cerliani, lo acusó por el delito de grooming. El juez penal de Primera Instancia Ismael Manfrin dictó prisión preventiva por 90 días para el sospechoso y ordenó que le hagan un examen médico.
La fiscal Cerliani imputó a Bustos por haber contactado a un menor de edad –de las divisiones inferiores de Newell’s– para luego atentar contra su integridad sexual.
De acuerdo a la información volcada en la audiencia imputativa, el árbitro se comunicó con un chico de 14 años a través de Whatsapp y fingió llamarse Martín Lucero. Se hizo pasar por masajista deportivo y ofreció una sesión de masajes por 200 pesos. Luego le pidió que se encontraran fuera de la pensión del club. Para concretar el encuentro le sugirió al menor que mintiera diciendo que se iba a un cumpleaños.
Además, Bustos le pidió a ese chico que le pasara los teléfonos de sus compañeros de la pensión de Newell’s.
Lo que desconocía el árbitro, que ya estuvo preso por el mismo delito en Buenos Aires, era que al lugar de la cita iban a llegar agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) y de Fiscalía para proceder a su detención. El operativo se realizó el pasado jueves en Santa Fe al 3200, en inmediaciones de la terminal de ómnibus Mariano Moreno.
Se secuestraron el celular y la computadora de Bustos, que fueron enviadas a peritar. También se incautaron elementos personales.