No fue una conferencia de prensa más para Gabriel Heinze. En su momento de mayores cuestionamientos desde que se hizo cargo de la dirección técnica de Newell's, desde afuera y desde adentro, el Gringo salió a hablar de las sensaciones tras la derrota en el clásico del fin de semana pasado. Y sus declaraciones más punzantes fueron en respuesta a la pregunta sobre los dirigentes que, según el presidente ignacio Astore, no respaldaron su continuidad tras la caída ante Central: "Está bien, es normal que haya estas opiniones basadas en los resultados, sobre todo después de una derrota en el clásico", comentó el DT. Y luego arremetió: "Pero no pierdo un minuto en pensar en eso; son los mismos que cuando llegué me saludaron y estaban contentos".
Heinze se sentó en la conferencia de prensa y, como era lógico, la primera pregunta fue sobre las sensaciones que le dejó la derrota en el clásico del sábado pasado: "Los primeros dias nos costó a todos porque las energías estaban bajas, pero con el correr de los días nos fuimos ayudando entre todos y estamos bien. Luego ya nos enfocamos en el plan de partido contra San Lorenzo", respondió el Gringo.
Luego le consultaron por la relevancia que van a tener los dos partidos de visitante que se le vienen a Newell's: "La importancia de estos dos partidos es la misma de los anteriores. Nunca pienso más allá de lo que puedo hacer ahora, no puedo poner las energías ahí. Todo lo que pase después, se verá y en ese caso yo siempre fui muy sincero y muy claro", respondió.
Y luego llegó el momento más interesante de la conferencia, cuando le pidieron una opinión sobre los directivos que no apoyaron su continuidad tras la caída en el clásico (el presidente Astore declaró públicamente que no hubo unanimidad en la comisión directiva cuando se trató la continuidad del Gringo): "Yo no soy quien para hablar de los que pueden oponerse a mi continuidad, cada uno es libre de evaluar lo que ve y de expresar su opinión. Es normal y sobre todo después de perder un clásico. La derrota hace que todo se ponga en duda", remarcó el DT.
Pero luego arremetió y deslizó una crítica a quienes no lo apoyan: "Serán los mismos dirigentes que me pidieron para que yo estuviera acá, y ahora cambiaron de opinión. Pero no ocupa un minuto de mi pensamiento eso. Es una opinión netamente de resultados y ahí ya no hay debate. Ahora si se evalúa todo lo otro que hacemos, ahí sí me meto porque es mi trabajo. Pero repito, son los mismos que cuando llegué me saludaron y estaban contentos", disparó.
Respecto de su vínculo con Ignacio Astore, indicó: "Con el presidente tengo la misma relación de cuando llegué. Él sabe muy bien cómo trabajo".
Después, Heinze se relajó un poco y habló del gesto que tuvo Ignacio Malcorra hacia él, cuando lo fue a saludar en el final del clásico: "Valoro mucho el gesto que tuvo el jugador conmigo, de venir a decirme dos cosas. No voy a decir lo que me dijo, pero fue muy gratificante para mí que en ese momento venga a hablarme. Se lo agradezco mucho y habla muy bien de la persona que es", relató.
El entrenador también respondió sobre la recuperación del delantero Francisco González después de una grave lesión de rodilla: "Pancho está muy bien, pero respetamos lo que me aconsejan los médicos. Le falta un partido más en reserva, que va a ser el próximo. Y después veremos las sensaciones que tiene. Son lesiones largas y hay que respetar todos los plazos", describió el técnico.
"Tengo muchas razones para que mis energías estén al ciento por ciento", remató.
Una reflexión sobre el crimen de Ivana
Gabriel Heinze aceptó hacer una reflexión sobre el crimen de Ivana, la chica hincha de Central que fue asesinada de un piedrazo la noche del clásico, en las cercanías del Coloso: "Es un tema muy delicado que va más allá de lo que es el deporte, que es una de las cosas más lindas que hay. Nos tenemos que poner a pensar todos los que estamos en esto, todos debemos ayudar. Es la parte más fea. Yo entiendo lo que es la pasión, pero lo que pasó no hay vuelta atrás, no hay solución. Tenemos que tratar de ser mejores personas", opinó el referente de Newell's.