Liverpool logró un triunfo histórico este martes por la tarde en la Champions League al dar vuelta la serie ante Barcelona y ganarla 4 a 3. Georginio Wijnaldum y Divock Origi fueron los autores de los goles para el 4-0 en Inglaterra, en su mayoría en el segundo tiempo, siendo uno de ellos la consecuencia de jugar rápido un corner. Ahora jugará la final ante Ajax o Tottenham (juegan este miércoles).
La desazón se apoderó de Lionel Messi y el resto de los jugadores del Barcelona, que habían logrado la ventaja de 3 a 0 la semana anterior con un gran partido del rosarino incluyendo un golazo de tiro libre. Pero el conjunto inglés logró una hazaña en el encuentro de vuelta y lo venció 4 a 0. A los 7 minutos del primer tiempo Origi puso el primer gol del partido. La distancia se achicaba pero el milagro estaba aún muy lejos.
La ráfaga de dos goles del local llegó a los 9 y 11 minutos del complemento por intermedio de Origi nuevamente y Wijnaldum. Ahora, a falta de poco más de media hora la serie estaba igualada y el destino eran los penales. Un gol de Barcelona significaba que el Liverpool tendría que que marcar dos tantos para pasar de ronda, pero ese gol culé no llegó por más que Messi tuvo un tiro libre que terminó pegando en la barrera.
Los errores en la defensa de Barcelona a la hora de salir jugando se hicieron notar durante todo el segundo tiempo y el local estaba cerca de lograr la hazaña, algo que consiguió a falta de 12 minutos para el final del encuentro a la salida rápida de un corner, que Origi capturó en el área ante la mirada de los futbolistas del Barsa.
El encuentro terminó y se desató la fiesta en el Anfield, de la que participó la figura egipcia Salah, que se perdió el choque por un golpe en la cabeza. La final será ante Ajax o Tottenham, rival que se definirá este miércoles.