Patricio Garino jugó un partido impresionante. Defendió con el cuchillo entre los dientes y aportó toda su jerarquía para que la pintura y el aro de la selección fueran inexpugnables para los serbios. Y ya consumada la hazaña, le dio paso a la emoción.

"No se puede más, te veo la cara y me emociono: vos sabés lo que significa esto para nosotros", le dijo con su calma habitual el alero marplatense al periodista José Montesano en TyC Sports.

"Estoy llorando de la emoción. Esto no es una sorpresa para nosotros. Este trabajo que pusimos en la gira fue importante, pero lo más grande de este equipo fue el amor propio, creer en uno mismo y el equipo, tenemos una química impresionante. Es magnífico, es impresionante", añadió.


Sobre su actuación personal, remarcó: "Jugué con una tranquilidad tremenda, disfrutando a cada momento. Sabía que tenía una tarea difícil de defender a uno de los mejores del Mundial y me lo tomé con tranquilidad".

"Había posibilidades de ganar y de perder, un 50 y 50, y esto es increíble. Jugamos con el respeto que le tenemos a todos, pero dejamos claro que no vamos a permitir que nadie nos pase por arriba", tiró.

Y cerró: "Se lo dedico a mis viejos, que saben lo que sufrí; a mi novia, mis amigos de Mar del Plata y los que estuvieron en los peores momentos".