Newells se quedó con el segundo clásico de la historia de AFA. Le ganó a Central 1 a 0 con gol de Daiana Falfan, una de las jugadoras que llegó como refuerzo de la mano de Leandro Toti Iglesias. La lepra pudo llevarse el triunfo porque mantuvo la concentración durante los 90 minutos en Bella Vista.
En la primera parte del partido, ambos equipos no se sacaron ventajas, ya que las primeras jugadas eran desprolijas y de una de esas mismas, llegó un tiro libre de Juana Porta sobre la derecha.
El disparo a los 26 del primer tiempo le quedó justo a Daiana Falfan, jugadora de la selección argentina mayor que metió un potente cabezazo y Paulina Aprile no pudo atajar.
El marcador se abrió para las locales, pero Central lo siguió buscando, donde minutos después llegó con la rápida y jovencísima Fernández que desbordó (como todo el partido) sobre la derecha, pero no pudo disparar contra el arco rival.
Parecía que Central estaba despierto y la historia Érica Lonigro intentó de chilena, pero Macías lo atajó. Si bien los últimos minutos del PT fueron parejos, Nob se quedó con el marcador a favor y mantuvo la concentración en cancha. Además, al equipo se lo vio bien parado en cancha, con jugadoras de elite que marcaban fuerza en el campo de juego.
En el segundo tiempo hubo solo cuatro jugadas importantes, ¿por qué? El factor negativo apareció y fue el del arbitraje, que llevó a que las jugadoras ingresen al juego sucio durante la última parte.
A Central se le cerró la cancha, pero intentó con algunos desbordes de las laterales. Fue bueno el ingreso de Belén Días sobre la izquierda pero las defensoras leprosas le taparon las jugadas que pudo realizar.
Toti Iglesias y Rosana Gómez remarcaron a Rosario3 que fue un partido cortado y además coincidieron en el pésimo arbitraje. Si bien no son partidos fáciles de llevar, la jueza no hizo bien su trabajo, o quizás no estuvo a la altura.
En conclusión, Newell's, con la capitanía de la Tata Vives, pilar importantísimo en la defensa, se quedó con el clásico ante su rival porque pudo mantenerse en pie en cancha, tanto mental y físicamente, algo que a Central le costó durante los últimos minutos del partido.