Rosario Central vivió una noche de pesadilla: en el debut en la Copa Argentina, que ganó a principios de diciembre pasado, y en el estreno de Paulo Ferrari como nuevo entrenador, los canallas fueron eliminados a manos del modesto Sol de Mayo por penales y se acentuó la crisis futbolística que derivó en la salida de Bauza.
El conjunto de Arroyito jugó mal y lo perdía 2 a 0 por los goles de Alberto Reyes a los 44 minutos del primer tiempo, y de Lucas Malacarne a los 12' del segundo tiempo. Cuando el nerviosismo empezaba a apoderarse de todos, apareció la figura de Claudio Riaño para igualar (a los 19 y 20 minutos) y mandar la definición a penales.
Allí, esta vez Ledesma no pudo detener ninguno (el primero de la serie fue desviado), y Germán Herrera y Diego Becker fallaron los suyos para que Río Negro se transforme en una fiesta. Y hacer más profundo el bajón deportivo que sufre Rosario Central en este inicio de 2019.