El mundo del tenis está conmovido por la noticia que dio a conocer este jueves el diario deportivo Olé, al afirmar que Guillermo Vilas, el mejor tenista argentino de la historia, padece un “deterioro cognitivo” que su entorno lo define con un término más duro: principio de Alzeheimer. Willy está contenido por su familia en su residencia de Mónaco y ya hace un tiempo que no tiene apariciones públicas.
De acuerdo a lo que publica el periodista Sergio Stuart, Vilas, de 67 años, se encuentra en una etapa importante de una patología coincidente con un deterioro cognitivo, lo cual se le viene manifestando hace años y hoy “lo acosa”, según cuentan quienes pueden acceder a alguna información que brota a cuentagotas desde su casa en el Principado.
En la publicación se revela que la manifestación de la enfermedad, como suele suceder en estos casos, fue apareciendo “de menor a mayor” y, “sólo quienes sufrieron de cerca ese padecimiento, comenzaron a reconocerlo en Vilas”.
El único que se había animado a hablar de la salud de Vilas sin eufemismos fue el ex capitán del equipo nacional de Copa Davis, Tito Vázquez, quien en una entrevista de marzo del 2018 confió que “nadie lo dice pero creo que él tiene un principio de alzheimer. Y, según tengo entendido por gente que me ha hablado, lo han visto bastante mal, pobre”.
Olé recogió aseveraciones duras: “Físicamente no se nota, pero está muy deteriorado. Su salud mental está cada vez peor. Tiene algunos momentos de lucidez pero no tiene plena conciencia de lo que sucede a su alrededor, incluso ha llegado a desconocer a amigos. Tiene momentos en los que no puede mantener el hilo de una conversación”.
Quizá el primer mojón de esta triste ruta pudo haber sido casualidad. O no. En septiembre del 2015, Vilas dio una entrevista en Perros de la calle, en la que no pudo precisar la edad de sus entonces tres hijas ni el nombre de una de ellas, lo cual motivó carcajadas ingenuas de sus interlocutores, incluso de Gastón Gaudio, que solía participar del programa. Andy Kusnetzoff, con mucho tacto, derivó el tema hacia otro lado.
Pocos meses después, en febrero del 2016, Vilas fue homenajeado en el Lawn Tennis Club, cuya cancha central lleva su nombre. Alguien muy conocido del marplatense se acuerda... “Guillermo empezó a hablar de que había llegado en tren a Buenos Aires, después dijo que había sido en auto. Se perdía bastante, algo que a él antes no le ocurría, porque hablando era un crack más allá de algún divague existencial de los suyos. Iba caminando de un lado al otro y lo tenían que orientar, estaba como perdido”.
Las apariciones públicas de Vilas se cortaron hace mucho tiempo. El 2 de octubre del 2019 se vio un video en las redes de un encuentro de él con Bjorn Borg, uno de sus rivales de los 70/80. No había sonido, ambos se reían en una imagen que apenas duró siete segundos y se filmó en un café de Mónaco.