Un 19 de junio de 2013 el Newell’s de Gerardo Martino se consagró campeón del Torneo Final. Aquel equipo leproso quedó en la historia por la estrella conseguida, la última del club, pero también por su estilo de juego vistoso y efectivo, el armado de un plantel para salvarse del descenso y el regreso de varios ídolos, como el propio Tata, Maxi Rodríguez, Gabriel Heinze e Ignacio Scocco.

Este lunes, a diez años del título, las redes sociales leprosas se llenaron de posteos y publicaciones para recordar la conquista. Lo hizo la Lepra en sus cuentas oficiales y también se sumó la Fiera, mientras se prepara para otra jornada inolvidable para su carrera: el partido despedida en el Coloso del próximo sábado 24, donde reencontrará con unos cuantos compañeros campeones.

“Se cumplen 10 Años de un EQUIPO que hizo Historia! Sentido de pertenencia + Un fútbol increíble. DALE CAMPEÓN”, escribió Maxi en sus redes junto a la foto de todo el plantel. 

“Un plantel que se formó para salvar a #Newells y terminó llevándolo a la gloria. El campeonato de la pertenencia”, publicó el club en sus cuentas.

El sello del “sentido de pertenencia” quedó adherido a aquel grupo de futbolistas y al entrenador por la vuelta a la institución de varios ídolos que le terminaron dando la jerarquía y el salto de calidad necesarios para pasar de estar último en los promedios a pelear campeonatos, salir campeón y llegar hasta la semifinales de la Copa Libertadores de 2013. 

Otro de los campeones que recordó el título fue Pablo Pérez, un futbolista que Martino logró potenciar y llevar al máximo de sus posibilidades. Actualmente, forma parte del plantel rojinegro, es su capitán y el más experimentado, aunque una lesión lo alejó de las canchas durante los últimos meses. 

Cómo se gestó


El equipo se empezó a formar a comienzos de 2012. Antes, en diciembre de 2011, Martino rechazó una oferta millonaria de la selección colombiana para tomar las riendas de Newell’s como DT. En el plantel ya estaban Lucas Bernardi y algunos jugadores y juveniles que se terminaron adaptando a la idea de juego. 

Era un momento complejo para la institución, con problemas económicos y una situación deportiva difícil de remontar, ya que empezó la temporada último en los promedios producto de las malas campañas del final del ciclo de Roberto Sensini, Javier Torrente y Diego Cagna.

El golpe de efecto más grande llegó seis meses después, cuando Maxi y Heinze (actual técnico rojinegro) cambiaron a Liverpool y Roma, respectivamente, para volver a ponerse la camiseta del club. También regresó Scocco, quien explotó en la Lepra y luego llevó sus goles a River.

Las figuras, respaldas por jugadores como el arquero Nahuel Guzmán, los laterales Milton Casco y Marcos Cáceres, Pablo Pérez y Diego Mateo en el mediocampo, y el utilitario Víctor Figueroa en ataque, junto a pibes como Martín Tonso y Fabián Muñoz, entre otros, lideraron al equipo que obtuvo la última estrella rojinegra. 

El día de la consagración fue extraño. Newell’s ya le había ganado el fin de semana anterior a Atlético Rafaela en condición de visitante, pero tuvo que esperar que Lanús (el único que tenía chances matemáticas de alcanzarlo) complete un partido ante Estudiantes en La Plata que perdía 2-0, suspendido por la muerte de un hincha granate.

Esos minutos pendientes se jugaron un miércoles, cuando la Lepra afrontó su partido ante Talleres por la Copa Argentina en Resistencia (Chaco). Por la tarde, el Granate no pudo dar vuelta el resultado contra el Pincha y el equipo rojinegro fue campeón mientras miraba ese encuentro por televisión en el comedor de un hotel de la capital chaqueña. A la noche perdió con los cordobeses, pero fue una anécdota.