Ángel Di María jugó otro partido de alto vuelo futbolístico en la altura de La Paz, en la goleada de Argentina sobre Bolivia del último martes. Con dos asistencias, gambetas por adentro y por afuera, y una entrega superlativa en los 3650 metros de la capital boliviana, Fideo igualó un récord de Diego Maradona en la selección, justo una de las personas que más lo apoyó e impulsó en la camiseta nacional. 

El rosarino llegó a 26 asistencias en la historia de la selección argentina, la misma cantidad que Diego en el segundo lugar del podio que tiene a Lionel Messi en lo más alto con 54.

"Lo de la altura es psicológico", declaró Fideo al final del encuentro en el que le dio pases-gol a Enzo Fernández (1-0) y Nicolás Tagliafico (2-0).

Además, según estadísticas de El Gráfico, Di María asistió dos veces en un partido de Eliminatorias por tercera vez, y alcanzó a Messi y Ariel Ortega como los argentinos con más pases gol (10) en la historia de la competencia desde 1998.

Messi y Sergio Agüero son los compañeros que más asistencias recibieron de Di María, con 6 goles cada uno.

"A Di María me lo resistían"


 

Corría el año 2010 y faltaban semanas para la Copa del Mundo de Sudáfrica, en la que Maradona fue técnico de Argentina. Y en una entrevista con Fox Sports, el 10 explicó por qué Fideo era tan importante en su equipo. De yapa, dejó el famoso “a Di María no lo querían”, que en realidad fue un “a Di María me lo resistían”.

-Con Di María encontraste una pequeña joyita.

-A Di María me lo resistían. Acordate que contra Uruguay todos querían que ponga a otros jugadores en ese puesto. Y yo le dije al pibe “yo muero con vos”.

-Pasa que no había mucho conocimiento de Di María, se lo tenía de los Juegos Olímpicos.

-Sí, pero yo lo veía. Yo lo veía. El pibe pasaba la línea de la pelota con una facilidad bárbara y te encaraba. De punta, como dicen los italianos, te hace destrozos. Tiene enganche para adentro, para afuera…y tiene un remate bárbaro y unos centros bárbaros. Y es guapo. Es así (levanta su dedo meñique), lo marcan estos marcadores de punta portugueses y él los encara, le pegan y los vuelve a encarar.