Los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022 entregaron una de las imágenes más emblemáticas de la competencia: Portugal cayó 1-0 ante Marruecos y Cristiano Ronaldo, la más grande e importante figura del fútbol en todo el planeta de los últimos quince años junto a Lionel Messi, dejó el campo de juego al borde de las lágrimas y soltó su desconsuelo dentro del túnel camino a los vestuarios.
Como en los octavos ante Suiza, el técnico portugués Fernando Santos ratificó la decisión de dejar a CR7 en el banco y lo mandó a la cancha a los 5 minutos del segundo tiempo, cuando ingresó para intentar revertir resultado en contra y tuvo chances, pero no pudo.
Los africanos se quedaron con el triunfo y el pasaje a semifinales, la primera vez que un equipo de ese continente lo consigue.
El de Qatar fue el quinto Mundial de Cristiano, la misma cantidad que alcanzó Messi con Argentina. El portugués había estado en Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018. Con su selección, conquistó una recordada Eurocopa 2016 al derrotar en la final a Francia.
El de este sábado puede haber sido su último partido en una Copa del Mundo, aunque todavía no dio señales sobre su futuro con Portugal y tampoco sabe dónde seguirá jugando, luego de que Manchester United rescinda su contrato.