Brian Sarmiento llegó al Parque con muchas expectativas para la gente leprosa. Firmó contrato en junio 2017 y fue uno de esos refuerzos que realmente llamaron la atención en el mundo futbolero a nivel nacional. Arribó con el pase en su poder a préstamo por un año con un cargo de 150 mil dólares, con la cláusula de extenderlo por otra temporada y una opción de compra del 50% de la ficha por 750 mil dólares. Pero casi nada fue como se esperaba.
La mala suerte llegó un 31 de marzo cuando se fracturó el tobillo izquierdo en el encuentro de Newell's con Tigre que lo alejó seis meses de la práctica deportiva. Allí se extendió el vínculo con la institución obligatoriamente. Los directivos ya estaban pensando en ese momento que ni bien se recupere le iban a rescindir el contrato, ya la relación estaba quebrada.
El juego que llamaba la atención y seducía apareció muy poco, casi nada salvo un excelente partido con River Plate, donde jamás demostró su calidad.
Jugó 18 partidos, 3 goles y no se ganó la titularidad indiscutida en el equipo, tenía mas actividad en las redes sociales que en las canchas.
El jugador y su representante Carlos Graneros sabían que este 2019 no iba a ser tenido en cuenta por Bidoglio y que debían buscar otro destino. Los directivos respetaron el contrato y la recuperación de Sarmiento y confiaban que a partir del 3 de enero, fecha que le dieron el alta médica, la historia entre ambas partes quedarían saldada. Pero no fue así.
Su representante se comunicó con las autoridades del club para decirles que quería que respeten el contrato vigente y que iban a exigir que le paguen hasta junio de este año los 150 mil dólares que le corresponde por seguir como jugador de Newell's. Consultado sobre este tema a algunos directivos, bajaron los decibeles y aseguraron que se resolvería el tema de la mejor manera.
Pero, no es tan así como lo manifiestan. Consultamos varias fuentes que están vinculadas a la institución y algunas que no son del club, pero conocen bien sobre este tema, aseguraron que el accionar de Sarmiento no cayó de la mejor manera y que esperaban “un gesto de dignidad” de parte del jugador que dice que ama a Newell's.
Es tan grave la situación que se generó que no hay dialogo entre las partes, que ya el representante no es atendido por los popes del parque y todo está en manos de los abogados. Lo cierto es que mientras esta comisión continúe en el cargo no juega mas con la camiseta leprosa. Hoy nadie sabe nada de Sarmiento, no se presentó a entrenar y no tiene club y su presente es complicado, tan complicado como su propio futuro.