Rosario Central jugó este sábado su último partido de la Copa de la Liga Profesional. El equipo que dirige Leandro Somoza derrotó a Estudiantes, que puso suplentes, por 3 a 1. De todos modos, el partido fue una excusa para despedir a su último gran ídolo: Marco Ruben.
El partido lo abrió Luciano Ferreyra tras una asistencia del goleador canalla a los 12 minutos. Central madrugó al Pincha y empezó a ganar el juego desde temprano.
El segundo grito llegó a los 29 de la parte inicial. El equipo encontró espacios en la derecha y Damián Martínez tiró un centro rastrero para Ruben, pero se le anticipó Alejo Véliz y anotó el 2-0.
Y llegaría el momento cúlmine de la história. El Climax. Corría el minuto 7 del complemento y Montoya ganó la cuerda en la derecha. Lo vio venir y la tiro al área. Ahí estaba Marco Ruben, que no pudo controlar del todo bien, la pelota le quedó atrás y resolvió con un giro notable para clavar el tercero de zurda. Y a gritar.
El partido ya no tuvo más sentido. Solo fue necesario esperar el final. En esa espera llegó el descuento de Gonzalo Piñeiro. Pero nada modificaría el final. Ya estaba escrito.
Llegó el tiempo agregado, pero Marco no quiso salir. Desde el banco le preguntaron si quería recibir la ovación de la gente, pero el "9" quiso quedarse hasta el final. Disfrutar cada segundo dentro de la cancha.
Así se consumó la historia, la del partido que quedará en anécdota; la de Marco Ruben que será recordada por el hincha canalla hasta la posteridad.