Daniel Passarella, uno de los mejores defensores de la historia y el único jugador argentino que ganó dos veces la Copa del Mundo, atraviesa a los 69 años un complejo estado de salud debido a una enfermedad neurodegenerativa que le causa secuelas físicas y dificultades para ubicarse.
Según publicó este martes el diario Olé, el Kaiser sufre un proceso de deterioro cognitivo similar al que vivió su papá. Sus amigos y familiares aseguran que casi no sale de su casa en Lomas de San Isidro y, cuando lo hace, está acompañado ante el riesgo de abruptamente perder la noción acerca de dónde se encuentra.
Por este problema, el hijo menor de Passarella, que vive en Chacabuco, estaría evaluando volver a Buenos Aires para estar cerca de su padre, ex futbolista, técnico y presidente de River, de acuerdo a la misma publicación.
Aunque en los últimos tiempos se lo vinculó con la posibilidad de entrenar a equipos chinos, qataríes, árabes y hasta en selecciones latinoamericanas, en su entorno más íntimo aseguran que fue más ruido mediático que realidad, ya que en ningún caso hubiese podido asumir la responsabilidad.
El último equipo que dirigió Passarella fue River Plate, durante la temporada 2006 y 2007. Luego asumió la presidencia del club, desde 2009 hasta 2013. Su gestión como dirigente estuvo marcada por el descenso del club de Núñez a mediados de 2011, más allá del ascenso al año siguiente.
En el ámbito del fútbol rosarino, hace poco tiempo se conoció que Edgardo Bauza, ex jugador y técnico de Rosario Central, también padece una enfermedad neurodegenerativa. "Está pasando un momento delicado", contó Maximiliano, uno de sus hijos.