El futbolista santafesino Brian Fernández atraviesa momentos muy complicados en su vida privada y profesional a raíz de sus problemas de adicción. Tras algunas ausencias que preocuparon a su entorno familiar en las últimas semanas, el pasado martes rompió el silencio en un programa que se emite streaming. “Mucha gente no lo va a entender, no va a comprender mi dolor, mi molestia, el fastidio que llevo dentro mío conmigo mismo”, expresó.
La conversación se dio en el ciclo Son Aviones, del que es parte el ex jugador de Newell’s Brian Sarmiento. Sobre la mirada ajena, en particular de los medios de comunicación y los hinchas de fútbol, el delantero de 28 años señaló que “no entienden que detrás del futbolista hay una persona”.
“La gente es hincha y quiere que vos les rindas como ellos quieren. Hay circunstancias que no podés sobrepasar. Es algo que me duele mucho”, agregó.
También habló de su frustrado retorno al Sabalero, que terminó con la decisión del técnico Néstor Gorosito de separarlo del plantel: “No lo pude disfrutar, tenía mucha presión, no podía salir a ningún sector de la ciudad. Críticas, críticas y críticas. Trato de estar en contacto lo menos posible con la sociedad”.
En la continuidad de la charla, reconoció que “extraña jugar al fútbol” porque es lo que mejor le sale. “Puedo no entrenarme durante meses, pero en una semana mi cuerpo se acomoda y estoy para jugar. Si bien tuve muchas oportunidades acá, no se me pudo dar como yo quería”, dijo.
El delantero que vistió las camisetas de Racing, Defensa y Justicia y varios clubes, confirmó que no volverá a jugar hasta el final de la actual temporada. “Decidí no competir hasta junio, desvincularme. Obvio, cómo no voy a querer jugar, pero hoy en día trato de ver cómo realizo mi vida, como la priorizo, en el mejor estado que la puedo llegar a poner para poder estar bien con mi familia”, expresó Fernández.
Al ser consultado por la salud mental de los jugadores, y si no tenía pensado dialogar con un psicólogo, confirmó que está analizando un nuevo tratamiento para luchar contra sus adicciones.
“Estuve evaluando un tratamiento psicológico. La idea es empezar con eso. Mi familia me lo está pidiendo. Soy una persona muy desconfiada. No es por nada, pero me ha tocado estar en charlas con psicólogos en las cuales después me he enterado que han hablado con distinta gente, entonces a mí me cuesta entrar en confianza. Voy y no le cuento la verdad, entonces para qué voy a ir”, confesó sobre relaciones anteriores que tuvo con profesionales y lo llevaron a dejar de atenderse.