Dos certezas quedaron este viernes a la noche después de la semifinal más esperada del US Open: que Rafa Nadal está en un momento intratable de su carrera y que Juan Martín Del Potro está de regreso en el circuito luego de sus operaciones. Anoche el tandilense no pudo hacer casi nada ante un Rafa indomable, pero en este torneo demostró que su derecha está otra vez cargada de potencia y que puede competir con los mejores. El español se quedó con el partido por 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2 y ahora disputará la final con el sudafricano Kevin Anderson. 

En el cuarto y último Grand Slam de la temporada, el tandilense, ubicado en la posición 28 del ranking mundial ATP, mostró un rendimiento por demás elogiable en el primer set, cuando se impuso por 6-4. 
Pero el mallorquín, que hoy se instaló por cuarta vez en la definición del Abierto estadounidense, dominó ampliamente los siguientes parciales por 6-0, 6-3 y 6-2, para enderezar el triunfo en un total de 2 horas y 30 minutos de lucha. 

Nadal, que ganó cuatro certámenes en lo que va de la temporada (uno de ellos Roland Garros), se medirá el domingo en la final al sudafricano Kevin Anderson (32), quien doblegó en la otra semi al español Pablo Carreño Busta (19), por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4. 

De este modo, Del Potro aparecerá, a partir de la semana entrante, en la colocación 24 (aproximadamente) del escalafón mundial. 

Y en la serie de antecedentes que sostiene con Nadal, el tandilense continúa abajo: 5-9 (el último triunfo se dio en semifinales de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016).

En el primer set, tal las presunciones, el español intentó jugarle al revés del tandilense, aprovechando su condición de zurdo. Mientras que Del Potro se apoyaba en la potencia de su saque y en el funcionamiento de un revés paralelo que incomodaba al mallorquín. 

Los dos jugadores sostuvieron sus respectivos saques hasta el 2-2, cuando el argentino -cada vez más seguro con su drive- quebró en el quinto game, luego de una derecha que pegó en la faja y cayó del otro lado de la red. 

El primer saque del campeón en la edición 2009 (ganó el 77 por ciento de los puntos) continuaba siendo letal y la derecha profunda lastimaba. Del Potro (12 tiros ganadores) se apoderó en cero del octavo juego para anticiparse 5-3 y se quedó -finalmente- con el primer set por 6-4, luego de 50 minutos.

En el segundo capítulo, la película se modificó por completo. Porque el número 1 del mundo mejoró mucho la eficacia de su primer servicio (se impuso en el 91 por ciento de los puntos), se asentó en las devoluciones, mostró mayor precisión en los envíos paralelos y aceleró cuando vio que su rival flaqueaba. 

Nadal quebró en el segundo, cuarto y sexto game para conseguir un contundente 6-0, en apenas 26 minutos. Del Potro se hallaba desenfocado por primera vez en la cálida noche de Flushing Meadows.
En el arranque del tercer segmento un Huracán que azotaba Nueva York y no tenía nombre de mujer continuaba en acción. El 'Huracán Rafa' se erigió en dominador completo de la película y se adelantó 3-0 en la pizarra, para firmar una racha de nueve juegos ganados en forma consecutiva. 

Del Potro pudo, con esfuerzo, cortar la sequía en el cuarto game (1-3), pero el mallorquín exhibía desenvoltura para golpear profundo, firmeza en el fondo y manejo con una zurda demoledora.
El tandilense levantó un poco la opaca imagen que exhibió en el segundo set, pudo salvar dos sets points para descontar 3-5, pero Nadal cerró claramente al siguiente game, para llevarse el capítulo, con la síntesis de 12 tiros ganadores (contra 5 de Del Potro) y un 77 por ciento de acierto en el primer servicio. 

El cuarto parcial entregó, de movida, una panorámica alentadora para el tandilense, que se situó 1-0 arriba. 

Pero esa ilusión de volver al partido se evaporó de inmediato. Nadal siguió mostrando un nivel soberbio, rompió el saque del tandilense en el tercer y quinto game y culminó la faena en 31 minutos.