La tercera jornada del Grupo G de la Copa Libertadores le deparó a Central una mala noticia. El rival con el que perdió sus dos rivales directos le sacó un empate. El Caracas y Central igualaron 1 a 1 en el estadio Olímpico de Venezuela y el Canalla no pudo sacarse la mueca de desilusión del rostro. Pernía sorprendió a todos y Módica lo igualó en el final.
Fue un pobre partido del equipo de Russo que buscaba una goleada para no ser menos que Mineiro y Peñarol, pero ni siquiera pudo ganar. Volvió a cometer los mismos errores que ante Riestra y, si bien llegó más, no pudo darlo vuelta.
Central jugo dos partidos en uno en el primer tiempo: los primeros minutos fueron de dominio y de imponer condiciones, con Campaz desequilibrando por izquierda y Giaccone amenazante, aunque impreciso por la derecha. Sin embargo, el gol sorpresivo de Danny Pérez lo cambio todo. El Canalla se transformó en un equipo monótono e inexpresivo.
De mayor a menor, arrancó con un tiro de Giaccone que Fariñez le sacó del ángulo y terminó dando pases llenos de dudas en tres cuartos de campo.
Conforme pasaba el tiempo, el Caracas se sentía más cómodo en el partido. Y en una corrida de Pernía le ganó en velocidad a Quintana y definió de maestro.
A la responsabilidad inicial, Central veía como se le cargaba una nueva: dar vuelta el partido. El equipo rosarino no supo como hacerlo y se llenó de ataduras.
En el complemento, Miguel Russo modificó el planteo inicial y mandó a la cancha a dos "9". Agustín Módica y Luca Martínez Dupuy poblaron el área y esperaron los desbordes.
Sin embargo, lo que llegó fue el único pase gol del partido. Jonatan Gómez, que había entrado por O'Connor, le sirvió a Módica su primer gol en la primera de Rosario Central, a los 21 del complemento.
Quedaba mucho por delante y Central lo fue a buscar. Campaz volvió a desequilibrar, Gómez se transformó en eje y hasta metió un tiro en el travesaño, mientras Fariñez se transformaba en figura.
El partido se apagó con Caracas teniendo espacios para meter el segundo, pero no tuvo jerarquía para hacerlo. El Canalla empujó y empujó, pero no pudo ganarlo.
Ahora, esperará buenos resultados y mejorar su rendimiento para pelear la clasificación. El próximo partido será el 7 de mayo en el Gigante ante el Mineiro, pero sin público, por la sanción de Conmebol.