Impacto en el Jockey: por el resultado del match y por la inmisericorde temperatura que sometió a todo el mundo y hasta puso en riesgo la salud de los deportistas. En medio de una ola de calor semejante, no se debe practicar ningún deporte, menos de alta competencia.
Presentadas las quejas, que no tendrán la más mínima repercusión, la gran nota de la jornada la dio un tal Timofey Skatov, ubicado en el lejanísimo puesto 278 del ranking, sin actividad de ATP en la temporada y con apenas 10 partidos oficiales en toda su carrera. Tiene 23 años, con un saldo de 4 triunfos y 6 derrotas en todo su historial.
Doscientos cincuenta puestos por encima de Skatov, se encuentra Tomás Etcheverry, su vencido de esta tarde en el infierno del Jockey.
El tenis tiene esas cosas, suele atar hasta la inmovilidad a un favorito que con sólo jugar regular hubiera ganado. Y suele potenciar a un principiante del que hasta se puede arriesgar que es una promesa del tenis de Kazajistán.
Skatov jugó en el polvo de ladrillo con la misma familiaridad que cualquier tenista argentino e igualó una serie que había puesto en ventaja Francisco Cerúndolo con más esfuerzo del pensado.
La apuesta le salió mal a Guillermo Coria, pero sería traicionarlo si se lo responsabiliza por haber puesto en cancha al número tres antes que al dos (Sebastián Báez). Es más, no hace falta mucha data para asegurar que el mejor argentino de comienzos de año fue Etcheverry, por encima de Cerúndolo y Báez. Aunque en canchas rápidas, casi otro juego.
Además, Guillermo lo vio en la semana, le creyó a su rendimiento, a su momento, se convenció de que Etcheverry era el ideal para jugar frente a un ignoto tenista kazajo.
Un dato más. ¿Quién puede padecer más la impiadosa temperatura de estos días? ¿Un kazajo o un argentino? La respuesta no hace falta.
El público bancó estoicamente a sus jugadores y logró sacar del trance a Cerúndolo, pero no pudo hacerlo con Etcheverry.
El silencio del final de un Jockey repleto a la altura del acontecimiento, calificó lo sorpresivo del resultado y desarrollo del segundo punto. Ahora la cosa es distinta.
Sería un golpe tremendo y desestabilizaría ciertas estructuras de la Asociación Argentina una derrota con Kazajistán, pero todavía queda un margen amplísimo para evitar que el agua llegue al río.
Mañana a primera hora (a las 11) el dobles buscará recuperar la ventaja que se esfumó con la derrota de Etcheverry. Y después, Cerúndolo se las verá con el sorprendente Skatov, que más allá de las virtudes mostradas hoy, no debería ser rival. Y por si hace falta, seguramente Báez estará esperando para jugar con Popko.
Se reitera la queja. Hay que revisar algunas reglas. No sólo eso, aplicar el sentido común. Es inhumano jugar con la temperatura que está azotando al país a la hora a la que lo hacen Argentina y Kazajistán.
¿O es que habrá que esperar una desgracia para pensarlo?