Newell's chocó de frente contra la realidad. El equipo de Adrián Coria llegaba entonado por los tres triunfos seguidos, pero este sábado no pudo contra Sarmiento de Junín en el Coloso Marcelo Bielsa y volvió a perder en la Liga Profesional de Fútbol. Fue 0-1 por un gol de tiro libre de Yair Arismendi en el segundo tiempo.
Llegó con el ánimo en alza y el envión anímico de las tres victorias en fila en la Liga, por eso salió a jugar el partido con mentalidad ganadora. Con la dinámica de los pibes, se plantó lo más arriba que pudo y trató de generar juego asociado para romper el bloque defensivo de Sarmiento.
Pero en la primera parte se quedó a mitad de camino entre lo que planeó y lo que le salió, producto de las imprecisiones de tres cuartos de cancha en adelante, la falta de ideas o de buenos intérpretes para imponerse y, además, el juego del equipo de Junín, que se encargó de achicar espacios para hacerlo jugar incómodo.
El Rojinegro pareció complicarse a sí mismo porque no le encontraba la vuelta al planteo y de tanto ir hacia adelante y chocar, se enredó. La contracara, aunque sin mostrarse avasallante ni superior al combinado de Coria, dentro de un trámite parejo y de pocas luces, fue la simpleza de Sarmiento, que con envíos largos y directos a Lisandro López y Gondou, o con algún que otro desborde de Mainero por la derecha, estuvo un poco -sólo un poco- más cerca del arco rival.
A Newell’s le generó algunos dolores de cabeza defender las pelotas aéreas a espaldas de Ditta y Velázquez. Y también dio algunas ventajas por los laterales, especialmente por el sector de Luciano, aunque el Verde tampoco estuvo demasiado fino para sacarle todo el jugo a esos avances.
En ataque, la Lepra apenas llegó con algo de peligro con un desborde de Aguirre por la izquierda. Tocó hacia atrás para la entrada de Campagnaro, pero el volante le pegó con derecha y la pelota se fue ancha. Y con una corajeada de Ditta lanzado en ataque que terminó con un remate débil del colombiano a las manos del arquero. No hizo mucho más que eso y fue poco para un equipo con aspiraciones coperas.
Newell’s aceleró en el complemento y encontró un par de buenas conexiones ofensivas que lo acercaron al arco de Meza. Al minuto de juego, Juanchón García sacó un remate que el arquero despejó al tiro de esquina. Un rato después, Reasco probó de media distancia con un zurdazo envenenado, pero el uno volvió a responder bien.
Parecía que la Lepra, con los ajustes del entretiempo, le tomaba la mano al juego y se perfilaba para dominar e imponerse desde la posesión del balón. Sin embargo, fue apenas un espejismo. Sarmiento, con fama de equipo duro y conservador, le cerró los caminos cada vez más y mejor, y eso frustró al combinado de Coria.
Lo peor para el Rojinegro todavía estaba por venir. Porque a los 12 minutos del segundo tiempo, tras una falta inexistente que el árbitro Dóvalo le sancionó a Garro sobre López en la medialuna del área, Arismendi anotó un golazo de tiro libre que lo terminó de descolocar.
El baño de realidad también quedó en evidencia después de ese golpazo. Newell's estaba jugando mal y la desventaja en el marcador lo hizo jugar aún peor, como suele pasarle cada vez que se encuentra abajo en el resultado. En la Liga nunca pudo dar vuelta un partido y esa estadística es un dato contundente sobre algunas de sus falencias.
Newell's tuvo algunas chances para llegar a la igualdad, pero esta vez no fue efectivo y se topó con la figura de Meza, como en un gran cabezazo de García que el arquero sacó al tiro de esquina.
El golpe hubiera sido mucho más duro en una instancia más avanzada del torneo, cuando ya no quede lugar para los errores, en la recta final para ir en busca del objetivo de entrar a las copas. La derrota no lo bajó de los puestos de Sudamericana y ese es, tal vez, uno de los pocos aspectos positivos de la dolorosa caída.
Ninguno hizo demasiados méritos para quedarse sobradamente con los tres puntos, pero en esa disputa Newell’s hizo algo más que el Verde. No obstante, dentro de un partido parejo y cerrado, el equipo de Damonte sacó una luz de ventaja por la inspiración de un zurdazo inesperado para Morales y la Lepra se cansó de ir para adelante, llenó el área de centros y lo buscó como le salió. En las pocas claras que tuvo no pudo convertir y se quedó con las manos vacías en su casa.
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