Newell's no pudo recuperarse y perdió 2-1 frente a Godoy Cruz en el Coloso Marcelo Bielsa por la fecha 16 de la Liga Profesional de Fútbol. Jugó un tiempo y medio con diez por la expulsión de Guillermo Balzi. Martín Ojeda y Matías Ramírez convirtieron para el Tomba, mientras que Pablo Pérez empató en forma transitoria con un golazo de tijera.
El comienzo del partido en el Coloso no dio respiro. El Tomba madrugó a Newell’s y en el primer avance sobre campo rival logró ponerse en ventaja.
Iban apenas 2 minutos cuando Ojeda escapó a espaldas del medio leproso, se perfiló y, casi sin oposición, sacó un zurdazo cruzado desde fuera del área que venció la estirada de Morales, pegó en el palo y entró.
Todo lo planeado por Sanguinetti se desplomó en pocos segundos, pero la tarde en el Parque tenía guardada una rápida reacción y una obra de arte. A los 9, Jacob levantó la pelota y Pablo Pérez, al borde del área grande, dibujó en el aire una tijera perfecta que pegó en el ángulo interno y se metió en el arco.
Sin embargo, la alegría por la igualdad no le duró mucho. Apenas 7 minutos después, Guillermo Balzi llegó tarde y le entró con dureza a Andrada. El árbitro Darío Herrera le sacó amarilla, pero lo llamaron desde el VAR, chequeó la jugada y cambió la decisión: el volante se fue expulsado.
A partir de ese momento, para la Lepra todo fue cuesta arriba. Aunque había llegado al empate, al partido le quedaba más de un tiempo y medio y tenía que resistir con diez jugadores, por lo que los augurios no eran buenos.
Antes del final de la primera etapa, los mendocinos contaron con dos chances claras para volver a colocarse arriba en el marcador, pero en una respondió de gran manera el arquero Morales y en la otra Salomón Rodríguez no llegó a conectar.
Newell’s pasó esos sofocones, aunque a juzgar por cómo quedó planteado el juego y a la manera en que Godoy Cruz dominaba y hacía circular el balón, sumado a un pobre desempeño rojinegro, más allá incluso de la expulsión, era improbable imaginar un final diferente al que se terminó dando.
Sanguinetti mandó a la cancha a Funez, Ferreira y Portillo en busca de discutirle el partido al Tomba, pero fue más de lo mismo. Y los mendocinos, con paciencia, fueron arrinconando a la Lepra porque sabían que en alguno de los ataques iban a encontrar los espacios y la claridad para ganarlo.
A los 28, se terminó de quebrar la resistencia. Con Newell’s entregado, una buena combinación de pases entre Ojeda y Larrosa dejó a Ramírez en soledad para definir con el arco libre. Fue el golpe de gracia para el Rojinegro.
La derrota en casa dejó a Newell's -por primera vez en este semestre- afuera de los puestos que dan una plaza para la próxima Copa Sudamericana, el objetivo que el DT y el plantel se pusieron tras el bajón después de un gran comienzo de Liga.