Rosario Central le bajó la persiana a la fecha 16 de la Liga Profesional con una goleada ante Vélez en el Gigante, luego de un partido a la altura de una final. El penal de Malcorra abrió la historia en el primer tiempo y la expulsión de Fernández en la misma acción rompieron el partido. Luego, Sández metió el segundo de cabeza y Ortíz decoró el marcador con un golazo.
El Canalla se encontró con la ventaja inicial tras un pase atrás errático de Bouzat, que Malcorra aprovechó. El defensor de Vélez le cometió penal y el "10" auriazul hizo lo que debía y salió a festejar.
El resto del primer tiempo mantuvo la tesitura. Vélez siguió mostrando que no de casualidad es el puntero y le complicó de a ratos el trámite. De todos modos, el Canalla se fue al descanso si pasar demasiados sobresaltos, gracias a su concentración.
El segundo tiempo fue totalmente distinto. Central lo manejó a placer, aunque con cierta tensión que generaba el rival. Vélez sintió el cansancio de su seguidilla de partidos y las piernas respondieron menos.
Ingresó bien Marco Ruben, le metió presión a los centrales visitantes, Malcorra se conectó bien con Sández y el equipo empezó a merecer más. El segundo llegó en un córner que peleó bien Jonatan Gómez, que ingresó por Lovera en el complemento. El centro fue preciso y el cabezazo de Sández fue precioso. 2 a 0.
En el final, el corazón siguió vivo. Quintana, una de las grandes figuras del equipo, ganó una pelota como extremo en la izquierda, Malcorra la tiró para Gaspar Duarte, que debutó y lo hizo bien, y el pibe le sirvió el remate a Kevin Ortíz que liquidó la historia.
Matías Lequi se dio el lujo de hacer debutar a dos pibes: además del buen ingreso de Duarte, el DT mandó a la cancha a Samuel Beltrán.
Todo salió redondo. Después de la reunión en la que jugadores y dirigentes se juramentaron compromiso, este martes eso apareció. También aparecieron las sociedades. Y volvió el Gigante a jugar su papel.
Central llevaba tres partidos sin conocer la victoria –la última vez que había sumado de a tres fue en la fecha 12 ante Atlético Tucumán– aunque el dato que reflejaba su irregularidad. Había ganado solo un partido de los últimos siete que jugó, tras el importante triunfo sobre Newell's en el clásico. Pero la historia cambió. Fue una gran victoria e Arroyito.