Rosario Central empató 1-1 ante Arsenal en Sarandí en el debut del equipo de Kily González en la Copa de la Liga Profesional de Fútbol. El conjunto auriazul, que vistió de blanco, jugó un flojo partido y no pudo imponerse ante un pobre rival. Sebastián Lomónaco abrió el partido y lo igualó Marco Ruben.
El partido se jugó con mucha intensidad y sin demasiadas luces. Así fue que la defensa del Canalla entregó todo tipo de ventajas para el primer gol del juego. Solo la astucia de Ruben en el área permitió alcanzar la igualdad.
El equipo de Kily González mostró desde el inicio los errores defensivos que ya había ofrecido en la temporada pasada.
A los 10 minutos, el gol de Arsenal se gestó en un lateral. Lomónaco sacó del área a Baez y asistió a Brochero, al que Infantino soltó, el atacante desbordó ante el defensor paraguayo que fue al cierre. Luego, el doble cabezazo en el área y la pasividad de toda la defensa. Gaspar Servio miró, no salió y Lomonaco la empujó al gol.
Indemiatamente después, Central se animó a atacar. Desbordó Gamba y asistió a Ruben en un centro rastrero que el “9” no pudo impactar. Más tarde, se perdería otro de cabeza al ingresar al área solo y cabecear mal.
El canalla creció en el partido. Se empezaron a juntar Vecchio, Montoya, los laterales y Ruben tuvo otra chance. Pero otra vez falló a los 29, tras un remate cruzado de Infantino que no pudo desviar.
Pero el goleador es incansable y se tomó revancha. A los 32, Marco Ruben aprovechó un notable centro de tiro libre de Vecchio y de palomita metió el empate.
Ya cerca del final de la primera mitad, Central tuvo una chance clarísima para irse al descanso en ventaja, pero el remate de Vecchio a la carrera se fue alto.
Pocas veces el “10” pudo conducir inmerso en el campo rival y con espacios. Estuvo muy cerca de Tanlongo para tratar de darle seguridad a la salida y eso le quitó gestación al equipo.
Por ello, en el complemento, le costó casi 20 minutos acercarse al arco de Axel Werner. Pero cuando lo hizo desnudó las carencias del equipo de Madelón. Daba la sensación de que si se lo proponía lo podía ganar.
A los 31, Ruben anotó su segundo tanto, pero el juez de línea lo anuló por la presunta posición adelantada de Buonannotte. El juvenil saltó para evitar tocar la pelota pero el juez interpretó que participó de la acción.
Una segunda polémica terminó por dar marco a un partido pobre. Los canallas protestaron una mano en un centro de Damián Martínez, pero el árbitro lo desestimó por considerarla involuntaria, ante el reclamo de los jugadores
Esa sensación de fragilidad de Arsenal, la jerarquía de algunos nombres en Central y el contexto del partido, marcaban que era posible un triunfo auriazul. Por eso la desazón del final, por eso la frustración. Central terminó mostrando una pálida imagen, al tono de su indumentaria en Sarandí.