Rosario Central consiguió en Rafaela una gran victoria por 1 a 0 ante Atlético y pegó primero en la final de la segunda edición de la Copa Santa Fe, que intentará llevar a sus vitrinas el próximo 20 de octubre cuando se juegue la revancha en el Gigante de Arroyito.

El único tanto del cotejo lo anotó Agustín Coscia a los 48 minutos del segundo tiempo y a través de una media vuelta que se le coló por arriba al arquero Macagno, quien en ese mismo segundo tiempo le había tapado una pelota impresionante al propio Coscia.
 

 
 
"El arquero me había sacado una muy buena, pero gracias a Dios pudimos ganar. Hicimos un desgaste muy importante, estábamos sin piernas, pero por suerte entró ese zapatazo. Ahora buscaremos hacer un partido serio, inteligente y vamos a salir a atacar porque jugaremos en nuestra cancha", dijo el goleador de la noche.


 
 
A Coscia le anularon mal un gol en el primer tiempo: tras un centro de Pereyra, definió de cabeza en clara posición habilitada, pero el árbitro Córdoba lo anuló a instancias del juez de línea. Una injusticia que luego el destino se encargaría de arreglar.
 
 
 
Los auriazules jugaron concentrados durante toda la noche y ganaron de manera legítima. No salieron a protegerse ni lo hicieron cuando el local manejó más la pelota, sobre todo en algunos pasajes del segundo tiempo. Pese a no ser superiores al rival, habían generado las ocasiones más claras y pudieron torcerlo a su favor en el último suspiro.

Tras el pitazo final, celebraron fuertemente los hinchas que viajaron hasta Rafaela para acompañar a un equipo de juveniles que sabe a qué juega y que genera mucha expectativa por lo que podrán aportarle en un futuro inmediato al equipo principal.

En su camino hasta la final, Central sacó de carrera a Alianza Sport de nuestra ciudad ( lo goleó 4-0) y luego dio cuenta de Unión de Santa Fe (primero lo derrotó 2 a 0 en Rosario y luego 1-0 en la capital provincial). 

Los números de Leo Fernández al frente del Canalla son inapelables: en la Copa del año pasado, ganó uno y empató dos (quedó afuera por penales). En esta ganó todos. Y cuando debió dirigir la primera división, tras la salida de Coudet, le ganó a Belgrano en Córdoba.