El argentino Franco Colapinto, de 21 años, se convertirá en el 27º piloto argentino en competir en la Fórmula 1 en la historia del país, sumándose así a una lista en la que relucen los nombres de Juan Manuel Fangio y Carlos Reutemann. Tras demostrar un buen desempeño en la Fórmula 2, Colapinto reemplazará al estadounidense Logan Sargeant en la escudería británica de Williams durante las nueve carreras que restan esta temporada. 

El nacido en la localidad bonaerense de Pilar debutará el próximo domingo en el Gran Premio de Monza, a correrse en el histórico circuito de Italia, que es la casa de Ferrari y en el que Colapinto ya obtuvo buenos resultados en F3.

De esta manera, Colapinto –que ya había corrido en una práctica en Silverstone– pasará a ser protagonista en la historia que une a Argentina con la máxima categoría del automovilismo internacional, en la que se destacan los hitos de los cinco títulos mundiales de Juan Manuel Fangio en tres escuderías distintas y el subcameponato de Carlos Reutemann con Williams.

La última vez que un argentino corrió en un Gran Premio de F1 fue el 15 de abril de 2001, hace 23 años, cuando Gastón Mazzacane compitió en el autódromo Enzo y Dino Ferrari durante el GP de San Marino. Tras esa participación, en la que abandonó en la vuelta 28, no volvió a subirse al auto de la escudería Prost.

De Fangio al presente


 

El paso de pilotos argentinos por la F1 inició en la temporada inaugural de 1950, cuando Juan Manuel Fangio hizo su debut con Alfa Romeo. De allí en adelante, logró 24 victorias y se convirtió en el máximo ícono del automovilismo argentino, como así también en un referente mundial de esta disciplina.

El "Chueco" consiguió cinco títulos (1951, 54, 55, 56 y 57) antes de su retiro a los 47 años en 1958, y fue poseedor de la marca más relevante de la F1 durante décadas hasta la aparición de Michael Schumacher.

Fangio coincidió en la F1 con José Froilán González, que se convirtió en el primer ganador en la historia de Ferrari en el Gran Premio de Gran Bretaña, el 14 de julio de 1951. Tres años después, Fangio volvió a ser campeón del mundo y el arrecifeño terminó como subcampeón, esta vez con Mercedes.

Juan Manuel Fangio ganó su último campeonato de F1 en 1957, con un Maserati 250F.

También en la década del 50 se sumaron a la categoría otros pilotos argentinos, como Carlos Menditeguy, Roberto Mieres y Onofre Marimón. Todos ellos entraron al listado tras disputar la prueba en Buenos Aires, en una época en la que lo habitual era que solo se corriera un GP por año. También Alfredo Pián, que compitió en el Gran Premio de Mónaco de 1950; y Alberto Crespo, en el Gran Premio de Italia de 1952.

Entre estos se destacó Menditeguy, que durante 1957 disputó cuatro carreras de la temporada (la de Argentina –donde logró sus cuatro puntos por un tercer lugar–, Mónaco, Francia y Gran Bretaña) en un Maserati.

Además de Menditeguy, que volvió a disputar el GP de Argentina en 1955, 1958 y 1960, también lo hicieron Oscar Gálvez, Pablo Birger (repitió en 1955) y Adolfo Schewelm Cruz en la inaugural de 1953, Onofre Marimón (1954), Roberto Mieres (1954 y 1955), Jorge Daponte (1954), Jesús Iglesias (1955), Clemar Bucci (1955), Alejandro De Tomaso (1957), Roberto Bonomi, Nasif EstéfanoAntonio Creus y Alberto Rodríguez Larreta en 1960.

Ese ciclo, que finalizó en 1961con la participación de Juan Manuel Bordeu en el Gran Premio de Francia, se renovó recién en 1972 con el santafesino Carlos Reutemann, que corrió por primera vez en la F1 a bordo de un Brabham.

Veintiséis meses más tarde, Lole consiguió la primera de sus 12 victorias en la categoría con el primer puesto en el Gran Premio de Sudáfrica, el 30 de marzo de 1974, en el circuito de Kyalami.

Carlos Reutemann consiguió la primera de sus 12 victorias en la categoría en 1974, en el Gran Premio de Sudáfrica.

Después de nueve temporadas (cinco en Brahbam, tres en Ferrari y una en Lotus), en 1980 el santafesino desembarcó en Williams –la misma escudería en la que milita Colapinto–, donde un año después estuvo a solo un punto de ser campeón. El triunfo del Lole el 17 de mayo de 1981, en el Gran Premio de Bélgica (Zolder), representó el último de un argentino en la Fórmula 1.

Reutemann marcó una época en la década del 80, cuando se produjo un nuevo desembarco de argentinos en la F1. Ricardo Zunino corrió con Brabham y Tyrrell en las pruebas puntuables de Argentina 1980 y 1981, Brasil 1980, Sudáfrica 1980, USA West 1980 y 1981, Bélgica 1980, Mónaco 1980 y Francia 1980.

Miguel Ángel Guerra, por su parte, participó en cuatro Grandes Premios de 1981 (USA West, Brasil y Argentina) con un Osella, aunque solo llegó a la final de uno (San Marino, en Ímola) y abandonó metros después de la largada.

En tanto, Oscar Larrauri consiguió una butaca en Euro Brun en 1988 y logró entrar en la grilla de partida de ocho Grandes Premios, aunque el primero –el de Brasil– no lo corrió por un problema eléctrico antes de la largada.

En los años 90 llegaron Norberto Fontana, que disputó 4 carreras en 1997 a bordo de un Sauber; y Esteban Tuero, que participó en 16 carreras en 1998.

Luego, en los años 2000 y 2001, el platense Gastón Mazzacane tuvo presencia en 21 carreras. Pero ninguno de estos últimos nombres logró hacerse fuerte en la categoría, ya por aquel entonces muy demandante en materia de recursos económicos entre pilotos emergentes.