El escocés Andy Murray, de 31 años y ex número uno del mundo, anunció entre lágrimas que este año dejará el tenis profesional por los dolores insoportables que sufre en su cadera derecha, dolencia de la que fue intervenido en enero del año pasado.
Mientras pudo expresarse, el dos veces ganador de Wimbledon y una del Abierto de Estados Unidos, dijo que se ilusionaba con llegar a despedirse en el abierto inglés, pero no será posible. Hasta podría concretar su retiro apenas terminado el megaevento australiano que arranca el lunes.
El calvario de Murray, que hoy se ubica en un ridículo puesto 230 en el ranking mundial, comenzó en julio de 2017. Perdió ante el estadounidense Sam Querrey en los cuartos de final de Wimbledon y ya no pudo volver a competir con normalidad por los intensos dolores de cadera. Por aquel entonces era el líder del ranking mundial.
Fue el único que estuvo a la altura de Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic y pudo arrebatarles, al menos temporariamente, el tope del escalafón.