Lanús no pudo cumplir con el sueño máximo de consagrarse campeón de la Copa Libertadores por primera vez en su historia, esa que con su triunfo de esta noche por 2 a 1 le permitió a su rival, Gremio, inscribirse como su ganador por tercera vez tras revalidar el 1-0 que había cosechado en el cotejo de ida en Brasil.

Gremio presionó alto de entrada, tomó el protagonismo del partido y jugó mejor que Lanús en todos los sectores, inclusive equivocándose menos en acciones muy finas, de esas que definen partidos.

Y justamente en una de ellas, a los 27 minutos, empezó a inclinarse la balanza hacia el lado de los brasileños cuando José Luis Gómez perdió feo en la salida y Fernandinho aprovechó para irse solo hasta las barbas de Esteban Andrada y definir con un remate alto.

Claro que los "gaúchos" no estaban ganando simplemente por esa acción, sino que habían hecho los merecimientos necesarios como para justificar la ventaja a partir de un fútbol prolijo que partía de los pies de Arthur y llegaba diáfano al mencionado Fernandinho y especialmente a Luan.

Y fue justamente Luan el que aprovechando la prolongada inactividad de Marcelo Herrera, forzado reemplazante del suspendido Diego Braghieri, entró al área "granate" a puro amague y definió con maestría "picándole" la pelota a Andrada.

El 2 a 0 apenas pasados los 40 minutos se parecían mucho a la película anterior frente a River Plate, pero con una diferencia: aquel Lanús de la vuelta de las semifinales no era el mismo de esta noche, aunque en su nómina hubiera una sola variante.

Es que "éste" careció de presencia, no lo caracterizó ese fútbol atildado que lo distinguió durante toda la competencia, sobre todo de local, y que le permitió llegar hasta la final. Pero también pareció que las dosis tan grandes de energía rebelde que gastó ante los "millonarios" y previamente con San Lorenzo, en dos series que remontó de local, terminaron por desgastarlo hasta el punto de ofrecer un desempeño más pobre hoy que en la final de ida jugada en Porto Alegre, donde no mereció perder e inclusive hasta pudo ganarla.

Pero aquel dominio que ejerció en los primeros 45 minutos del cotejo disputado en el Arena do Gremio el conjunto dirigido por Jorge Almirón fue inversamente proporcional al que evidenció esta noche el equipo de Renato "Gaúcho" Portaluppi.

La otra diferencia la estableció el visitante en el arco propio, donde allá Marcelo Grohe tuvo una atajada fenomenal ante un cabezazo a quemarropa de Braghieri que le hubiese permitido a Lanús irse en ventaja en el primer tiempo, y hoy repitió con una volada espectacular para obturar un tiro libre con destino de gol de Maximiliano Velázquez en esa etapa inicial.

La segunda mitad, en cambio, ya fue otra cosa, porque sobre el final del primer tiempo ocurrió algo que iba a perjudicar la consistencia futbolística de los huéspedes y fue la dura falta que le cometió Nicolás Pasquini a Arthur lesionándole el tobillo izquierdo.

El volante brasileño probó en el comienzo del segundo tiempo pero solamente aguantó cinco minutos y debió ser reemplazado por Michel, lo que significó lisa y llanamente que su equipo perdiera la pelota en la media cancha y Lanús, es cierto que sin su pulcritud habitual, salió a encerrarlo en su propio terreno.

Entonces, a fuerza de empuje y con una inspiración de Lautaro Acosta, de flojo desempeño lo mismo que Román Martínez y el mencionado Gómez, llegó al descuento sobrepasados los 25 minutos por un penal convertido por José Sand tras una infracción dentro del área que recibió el "Laucha". Con ese tanto el "Pepe" se convirtió en el goleador de esta edición de la Libertadores con 9 tantos. 

Pero justamente el empuje y el fervor no son atributos que distingan a este Lanús, que esta vez no pudo desplegar su repertorio ni perforar a un equipo que sin que disponga de un derroche de talento, se las arregló para pegar en los momentos justos y manejar la pelota ante un rival al que el gran evento de su historia se le vino encima y lo terminó aplastando.

Por el lado de los brasileños, su técnico Renato "Gaúcho" se transformó en el primero en consagrarse campeón como futbolista primero (en 1983) y como entrenador ahora, siempre defendiendo los colores de "su" Gremio. Los 4.000 hinchas que llegaron desde Porto Alegre se lo reconocieron, como a todo su equipo, en una de las cabeceras de La Fortaleza. El tricolor ya había obtenido este trofeo también en 1995.

Para el "granate" quedará el recuerdo histórico de una campaña inolvidable, de haber arañado la gloria metiéndose dentro de ella por derecho propio y con la dignidad de su fútbol, ese que supo insuflarle desde que llegó al club de Arias y Guidi, situado en el corazón del "barrio más grande del mundo", como lo refirió el propio presidente de la entidad, Nicolás Russo.

Síntesis

Lanús: Esteban Andrada (6) ; José Luis Gómez (3), Marcelo Herrera (4), Rolando García Guerreño (5) y Maximiliano Velázquez (5); Román Martínez (5), Iván Marcone (6) y Nicolás Pasquini (5); Alejandro Silva (4), José Sand (6) y Lautaro Acosta (6). DT: Jorge Almirón.

Gremio: Marcelo Grohe (6); Edilson (5), Pedro Geromel (6), Bressán (6) y Bruno Cortez (5); Arthur (7) y Jailson (6); Ramiro (5), LUAN (8) y Fernandinho (6); Lucas Barrios (5). DT: Renato Gaúcho.

Goles en el primer tiempo: 27m. Fernandinho (G) y 41m. Luan (G).
Goles en el segundo tiempo: 26m. Sand (L), de tiro penal.
Cambios en el segundo tiempo: 6m. Michel (6) por Arthur (G), 20m. Marcelino Moreno (6) por Herrera (L), 30m. Cícero Santos por Barrios (G), 33m. Matías Rojas por Silva (L), 36m. Rafael Thyere por Bressán (G) y 42m. Germán Denis por Velázquez (L).
Amonestados: García Guerreño y Velázquez (L). Edilson, Jailson y Bruno Cortez (G). 
Incidencia: 37m. del segundo tiempo expulsado Ramiro (G).

Cancha: Lanús.
Árbitro: Enrique Cáceres (Paraguay).

Fuente: Télam