El candidato a presidente y actual ministro de hacienda, Sergio Massa, dijo en el debate presidencial del pasado domingo que uno de sus proyectos de política económica es crear una moneda digital argentina: algo así como un peso electrónico que ayudaría, entre otros tantos beneficios, a blanquear una economía con un alto porcentaje de informalidad y, al cabo, generar una baja de impuestos al aumentar la base de contribuyentes. También deslizó que otorgaría mayores oportunidades, autonomía e independencia a las personas y las empresas.
“Así como tus hijos plantean en su economía de plataformas la posibilidad de comerciar con el celular o la tarjeta, lo vamos a hacer de manera global para toda la Argentina”, tiró Massa en Santiago del Estero, asegurando que “ofrecerá una reducción impositiva para quienes la utilicen en sus operaciones económicas como una forma de promover la formalidad en las transacciones”. Acerca de cómo funcionaría el sistema ni sobre qué tecnología se basaría, mutis por el foro.
En el año 2019, el por entonces legislador Massa recibió de manos de Carlos María De Los Santos (ex director del Nuevo Banco del Chaco y actual presidente de la fundación Inclusión Productiva) un proyecto de peso digital que haría directamente desaparecer el billete físico y del que quizás Massa ha tomado algunos lineamientos. “La verdad, si el proyecto de Massa se copió de ahí, no lo sé. Nosotros no tenemos derecho de autoría, es sólo un aporte que hemos hecho para lograr un beneficio al pueblo argentino”, dijo el autor del proyecto en Radio 2.
Un proyecto que elimina la plata física
De Los Santos contó detalles de la propuesta que dejaron en manos de Massa y que también presentaron en universidades, foros, colegios profesionales y que les hicieron llegar hasta a otros legisladores de otras fuerzas: “En nuestro proyecto, el billete y moneda físicos desaparecerían: las operaciones se harían todas a través del sistema financiero. ¿Por qué? Porque todas las operaciones de compra y pago van a quedar grabadas y se terminaría la evasión fiscal, que es muy importante en Argentina", tiró.
"Para que te des una idea: en la última década tenemos del IVA una evasión que va del 45 al 53%; de las leyes laborales, la evasión es del 40% de mínima, reconocida por las propias entidades empresarias; agregale las coimas o las ventas ilegales, que también van a sumarse porque estarán grabados. Eso permitiría tener un estado equilibrado, sin ajuste, y además contar con un sobrante para bajar impuestos y que las empresas puedan subsistir dignamente”, explicó en el programa Punto Medio.
Consultado acerca de la falta de conectividad que aún existe en algunos puntos del país, donde sería difícil hacer transacciones exclusivamente a través de internet, para De Los Santos no sería un problema: “según los estudios que nosotros tenemos en función de organismos nacionales e internacionales, en Argentina el 95% de los habitantes tiene conectividad. Por ende, estamos hablando de un problema mínimo al que deberemos buscarle solución. Una de ellas es que el estado ponga esa plata que le va a sobrar para darles conectividad; y los bancos lo mismo, porque van a ganar la misma plata que ganan hoy”.
En cuanto a la base de datos de los ciudadanos que utilizaría el Estado para validar las operaciones, no habría demasiadas modificaciones: “Pretendemos que sea la misma que tienen los bancos actualmente y el Banco Central, porque esta va a ser una moneda del Banco Central. A diferencia de los bitcoins o de ese tipo de plataformas internacionales a las que no podés acceder, acá sí quedarían grabadas todas las operaciones”.
Así como Massa no explicó qué tecnología piensa utilizar, el ex presidente del nuevo Banco del Chaco tampoco lo hizo: “La verdad, no lo sé: yo no sé demasiado de tecnología", dijo sorpresivamente. "Eso deberían resolverlo los especialistas en tecnología. Lo que nosotros hicimos fue presentar una herramienta que pueda servir para solucionar los problemas del país, porque las soluciones elegidas hasta ahora generaron más problemas; siempre las mismas recetas: o creás impuestos o ajustás; acá no tenés que ajustar nada, al contrario, tenés que bajar impuestos”, sentenció.
“Nosotros buscamos una alternativa de solución: si esto me permite dejar de tener déficit fiscal, bajar impuestos, bajar gastos, tener un sistema financiero que defienda al ahorrista, que pueda haber créditos tomables, que podamos crecer, que tengamos empresas que den valor agregado a la producción nacional, entonces habremos cumplido nuestro cometido”, añadió.
Y cerró: “Nos vivimos quejando de los motochorros, pero no fabricamos ni una empuñadura de bicicleta o una moto; de un auto, en el país casi no se fabrica nada; hasta tenemos problemas con los remedios o las máquinas de los hospitales. ¿Hasta cuándo vamos a importar? ¿Cuándo vamos a producir lo nuestro? ¿Vamos a explotar el litio y se lo vamos a dejar a los chinos, para que los trabajen ellos? Ya es hora de hacer u cambio en ese sentido”.
Desmitificando las bondades
Así como De Los Santos aportó una mirada positiva y optimista sobre los beneficios de tener un peso digital como este, para otros actores del universo de las monedas electrónicas el escenario de tener un PAD (Peso Argentino Digital) es sombrío.
Uno de ellos es Rodolfo Andragnes, presidente de la ONG Bitcoin Argentina, que cree lisa y llanamente que la intención es avanzar sobre la libertad de las personas: “En un principio, hay que dejar en claro que el proyecto apunta a eliminar la privacidad del individuo: o sea, el obejtivo es que si digitalizamos la economía, el Estado podrá saber con certeza cuáles son todas las operaciones que se hacen, y al saber eso le podrá ejecutar al ciudadano cuanto impuesto y retención desee porque el dinero no tendrá una alternativa física”, comenzó.
Pero también desmitificó otras supuestas bondades del sistema: “Por ejemplo, dicen que con esto habrá más contribuyentes, por ende más ingresos y así podrán reducirse los impuestos; pero en realidad, los impuestos no están asociados a la cantidad de ingresos que tiene un país, sino que dependen de la cantidad de plata que se gasta. Por lo cual, que todo el flujo económico del ciudadano tenga mayor transparencia, no necesariamente implicará que se bajarán los impuestos, incluso porque históricamente en Argentina eso nunca ha sucedido. Así que yo prefiero no casarme con con una idea enunciada en campaña que suena linda, pero que después no se hará realidad”, aportó.
Andragnes no está de acuerdo con otro de los supuestos aspectos positivos de la moneda digital: el fin de las operaciones en negro, como la compra de dólares blue, a la que valora por ser una alternativa a la imposibilidad obligatoria de acceder a la moneda estadounidense por los canales formales: "Si vos considerás que la informalidad es lo malo, y por ende no estás de acuerdo con que un individuo pueda acceder a dólares aunque el Estado no se lo permita, siendo esta la única forma de protegerte de la desvalorización que sufren en el mercado los bonos del estado o el dinero, entonces digitalizar todo es positivo. Si para vos quitarle al individuo la libertad de hacer lo que quiere con su dinero es algo bueno, entonces vas a estar de acuerdo con la digitalización. Ahora, si vos pensás que restringirle la libertad al individuo es malo, entonces lo vas a pensar", dijo con contundencia.
De todos modos, aclara: "Yo no creo que la informalidad sea buena, sí que te da ciertas libertades en un escenario en el que lo único que te permite el Estado son cosas que te son desfavorables para vos y favorables para ellos. Yo personalmente prefiero a que la tecnología se utilice para que el ciudadano sepa en qué gasta el estado y no al revés. ¿Por qué todos los proyectos siempre van a hacia la transparencia del ciudadano y no de la del estado? Nunca aparecen leyes que sirvan para que vos sepas en qué invierte el Estado y a dónde va el dinero".
"El gran problema de tirar una bomba de humo como esta es que hay muchos aspectos técnicos que no se explican: sobre qué tipo de base de datos funcionará, si puede manipular o no el Estado la emisión monetaria... Esto sirve sólo para que ese espacio político se suba a un escenario de debate monetario, pero no hay un proyecto real atrás, no hay una cuestión técnicamente válida ni políticamente discutida: no se habló con el Banco Central, ni con la cámara Fintech: no se está hablando en ningún ámbito, simplemente es una propuesta que tiene que ver con el 'todo vale' de campaña", concluyó.