El impacto de la nueva ola del coronavirus (que está haciendo añicos la plantillas laborales por la cantidad de infectados y asilados y alterando la vida de las empresas), la sequía que no cede (que tiene muy preocupado a todo el ámbito agropecuario) y las vacaciones mitigan (pero solo por un tiempo) el malestar empresario por la noticia de que al menos 60 directorios de empresas de Santa Fe habrían estado bajo espionaje ilegal durante la gestión del ex ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín. El comunicado del viernes, firmado por las principales entidades empresarias de la provincia, exigiendo explicaciones no pasó desapercibido en la Casa Gris. Y es que el malestar de aquellos que supuestamente fueron fichados es profundo. “De confirmarse, se trata de un hecho de seria gravedad institucional para la democracia”, fue el mensaje de las entidades.
Es más, las empresas que habrían sido objeto del por ahora supuesto espionaje ilegal quieren explicaciones de lo ocurrido, quieren saber quién dio la orden y que aparezcan los responsables que se hagan cargo. Y atención que ese reclamo por responsables puede escalar. Sobre todo porque mientras la dirigencia política dirime estas cuestiones palaciegas, la inseguridad no cede en el día a día de los comercios. Y para muestra, se comenta en círculos gastronómicos que el Establo –el restaurante que fue baleado en Avenida Pellegrini- cierra sus puertas y tomará su lugar una cervecería. Ocurre que tras el atentado, sólo funcionaba bien al mediodía ya que a la noche la clientela era escasa y con un solo turno el negocio no cerraba. Realizada la presentación, vamos ya mismo al top five de la semana.
1) La Asociación Mutual de los Empleados de Comercio (Amerco) desembarcará este año en la zona sur de Rosario con su tercer supermercado. La nueva apertura ocurrirá luego de la muy buena performance del local abierto en Fisherton, que se suma al de la sede central de Mitre al 300. “Sin apuro, el proyecto ya está en desarrollo y la razón, es poder dar el servicio a nuestros asociados del sur del departamento Rosario”, le dijo a Rosario3 Juan Gómez, secretario gremial del sindicato de Empleados de Comercio. La clave del crecimiento de la proveeduría, como ellos lo llaman, está en los competitivos precios que exhibe en sus góndolas. Precisamente, hay supermercadistas y almaceneros que fruncen el ceño por la expansión comercial de la mutual. “La venta de productos es cerrada, exclusiva para asociados, no tenemos venta al público en general”, tranquiliza Gómez. Y asegura que los precios competitivos que pueden exhibir se deben a que “aplicamos un modelo económico distinto al de los grandes formadores de precios, y nos asociamos a cooperativas, mutuales y fábricas recuperadas, para brindar los mejores productos y servicios a los socios”.
2) Pero atención que el modelo de “supermercado mutualista” está siendo seguido muy cerca por otra de las grandes mutuales de la ciudad. “La Asociación Médica de Rosario, tiene el mismo servicio que nosotros en materia de electrodomésticos, bazar y blanco, y ahora encara el proyecto de proveeduría de alimentos”, comento Gómez. Según supo Rosario3, los directivos de la mutual médica –cuya proveeduría de Tucumán al 1.700 es muy concurrida por los afiliados por los precios y condiciones de financiamiento que ofrece– ya estuvieron reunidos con sus pares de Amerco y la decisión parece casi tomada. En rigor, lo que están haciendo ahora en la mutual médica es buscarle la vuelta para armar un formato premium de supermercado que tiente a los profesionales de la salud con productos de muy alta calidad a precios competitivos. Habrá novedades hacia mediados de año.
3) Cambio de página. Vamos a la industria. Y adonde la situación está tensa es en la planta de Acindar en Villa Constitución. ¿Qué ocurre? El sindicato de los obreros de la construcción (Uocra) está buscando replicar en la siderúrgica el famoso convenio (Copa) que años atrás forzó a que acepten las aceiteras del Gran Rosario. ¿De qué se trata? De que los empleados de la Uocra que hacen eventualmente tareas (obras civiles) en Acindar cobren un plus que les equipare con los ingresos de los sindicalizados de las plantas (aceiteros en los puertos y metalúrgicos en este caso). Pese a que son empleados de contratistas de obras civiles (por ejemplo estuvieron refaccionando calles, muelles, y levantando oficinas) y que los trabajadores no tienen relación laboral con Acindar (que además no tiene paritarias con la Uocra), la presión se ejerce sobre la siderúrgica ya que buscan que de esa billetera salga el plus. Hace dos semanas, la Uocra bloqueó el ingreso y salida de camiones durante 24 horas en la planta de Villa afectando seriamente toda la actividad fabril. El bloqueo se desactivo pero a cambio de que Acindar se siente a negociar. Y en eso están ahora. ¿Cuánto es el aumento pedido? Al no tratarse de una negociación formal, en las mesas se tiraron cifras de subas de entre el 20 y el 40 por ciento para los empleados de la construcción. El Ministerio de Trabajo de Santa Fe está sobre el tema y el final de la discusión está abierto.
4) Ya que hablamos de la Uocra. Las empresas constructoras de Rosario están empezando a notar que cada vez hay menos ciudadanos paraguayos trabajando en el sector. Y no es un dato menor: en las obras la mano de obra paraguaya es muy buena y suele ser más previsible que la argentina. Ocurre que por la devaluación, la disparada del blue y las trabas para conseguir dólares ya no es tan buen negocio venir a trabajar al país para enviar dinero a sus hogares. Más aún cuando desde hace un par de años la construcción en Asunción está a todo ritmo y se necesita mano de obra. Fenómeno de escasez similar al que se está registrando con las costureras paraguayas y bolivianas en la industria textil local. Pero ya que estamos hablando de empleo en la construcción, antes de la Fiestas concejales electos interesados en cuestiones urbanísticas mantuvieron un zoom con constructores referentes de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) que se despacharon con fuertes críticas contra la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad y el Concejo por lo lentos que son para gestionar y aprobar trámites que activen obras. Según los cálculos que hicieron, hay 5 grandes proyectos que sí les darían el visto bueno tendrían un alto impacto positivo en la generación empleo. Rara es la situación en la que está la Municipalidad con las constructoras. Desde afuera del negocio se instaló en la opinión pública y en las redes sociales el “latiguillo” de que las constructoras manejan el ritmo de la ciudad, pero hacia adentro del sector empresario la visión es diametralmente opuesta sobre el papel de la Intendencia y el Concejo. No en vano, los impulsores de uno de los proyectos inmobiliarios más grande de la ciudad, sobre Rivadavia (en el "gran" Pichincha) dice que esa escasa agilidad oficial es uno de los factores que influyó a freezar por un tiempo su desarrollo.
5) Finalmente, y ya que más arriba hablamos de la aceiteras se está armando una interna gremial que preocupa a los empresarios de los puertos y las cerealeras. Ocurre que en marzo se renuevan las autoridades del Sindicato Aceitero de San Lorenzo (Soea) y por primera vez Pablo Reguera no tiene asegurada su continuidad al frente del poderoso gremio. Todo lo contrario. En diciembre se definió la junta electoral, y si bien no hay presentación de listas, ya hay dos agrupaciones que oficializaron. Una es la de Reguera y la otra es la del resto su comisión (liderada por el número dos de Reguera, Daniel Succi). Y como bien saben los que entienden de política sindical, las internas verdaderas son las que se dan hacia adentro del comando y no con los grupos satélites que quedan afuera. Si bien Succi aparece como más combativo (propio de un papel opositor) no trasciende que la batalla sea por un cambio ideológico (que acerca al dialoguista y justicialista sindicato con la izquierdista Federación de Aceiteros) sino por el control del gremio, de los más poderosos de la región. Y si bien contra todos los pronósticos la caída del otrora cacique Herme Júarez (que fue por elecciones sin violencia) sentó un saludable precedente sobre las formas del recambio, en las empresas aceiteras tampoco bajan mucho la guardia porque siempre está el riesgo de que las plantas sean el escenario del conflicto. Mas aún cuando desde afuera del sindicato hay muchos intereses políticos y gremiales que también tallan en la puja por el control.