"El calado de despacho de los buques de carga está por debajo de los 34 pies habituales debido al bajo nivel de agua del río Paraná. En la actualidad se están perdiendo de cargar entre 2 y 3 pies", señaló esta tarde el gerente de las Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas de Rosario (Capym), Guillermo Wade.
Es por eso que los buques que normalmente se despachan a unos 34,06 pies de profundidad se están despachando a unos tres pies menos, lo que significa que salen con un 10% menos de carga.
Los registros comparados revelan que este es el cuarto año consecutivo en el que se registran precipitaciones menores a las normales a lo largo de toda la cuenca, desde las nacientes: el Paranaíba, el Grande, el Paraguay.
"Las represas en Brasil este lunes estaban en el 42 promedio de embalse. Por su parte, Yacyretá, que en enero pasaba 13.000 metros cúbicos por segundo de agua, viene bajando hasta los 6000", señaló el ejecutivo.
"Los niveles siguen y seguirán bajando, debido a que a partir de ahora se ingresa en un período de bajas precipitaciones hasta diciembre", agregó Wade.
A lo largo de todo el año pasado, la bajante del Paraná -que fue la más imporante en 50 años- generó muchas alteraciones logísticas en los puertos del Gran Rosario ocasionando sobre-costos a toda la actividad cerealera.
"La altura del Río Paraná en el puerto de Rosario, que llegó descender hasta 0,40 metros de profundidad, implica enormes problemas logísticos, de transporte y de industrialización con un costo asociado de US$ 243 millones en el primer cuatrimestre de 2020, al resentir la navegación y carga máxima de los buques y barcazas en las terminales portuarias del Gran Rosario, epicentro de la agroindustria argentina", había advertido en abirl pasado la Bolsa de Comercio de Rosario. El principal problema es que obliga a los barcos a salir con menos cargas encareciendo así el costo del traslado.