El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció este lunes en Plaza de Mayo ante una multitud de trabajadores que a partir del 1º de octubre próximo el nuevo piso del Impuesto a las Ganancias subirá hasta $1.770.000 mensuales, lo que reducirá su impacto en los sueldos y las jubilaciones, todo con ajustes semestrales.
Así lo hizo tras un encuentro que mantuvo en el Palacio de Hacienda con los principales dirigentes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y a autoridades de la Cámara de Diputados, donde se precisó que el piso será equivalente a 15 Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM) mensuales, actualmente en $118.000.
"Hemos tomado la decisión de, por decreto, impulsar desde el 1º de octubre un mínimo no imponible de $ 1.770.000. En la Argentina solo van a quedar 80.000 gerentes, jubilados de privilegio o beneficiarios de altos ingresos pagando el Impuesto a las Ganancias", aseguró Massa en un acto en Plaza de Mayo, frente a trabajadores de los principales gremios.
Al mismo tiempo, dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley para que el nuevo piso se ajuste de manera semestral, en conformidad con la evolución del SMVM, de manera que el cambio quede institucionalizada y, así, mantener constante el porcentaje de trabajadores que pagan este gravamen.
"Para mí, el salario no es ganancia. Es remuneración, el pago por el trabajo y esfuerzo que hace cada trabajador. Tenemos que terminar con esta locura de que un trabajador no quiera hacer horas extras para no perderla en el impuesto", aseguró Massa.
El proyecto que presentó el ministro de Economía plantea que el Impuesto a las Ganancias (cuarta categoría) cambie de nomenclatura por la de impuesto a los "Mayores Ingresos" y que solo pagarán unos 80.000 contribuyentes, que se corresponden con trabajos de CEOs, gerencias, subgerencias y puestos calificados, así como jubilaciones y pensiones de privilegio, que representan menos del 1% (0,88%) del total de los empleos registrados del país.
El nuevo mínimo no imponible se ajustaría en enero y julio de cada año –según establece el proyecto de ley–, y mantiene el beneficio del 22% de zona desfavorable.
Según se detalló oficialmente, se eliminarán distorsiones de las deducciones personales y generales que obligan al trabajador a estar pendiente de cuestiones administrativas.
Para tomar como ejemplo: un trabajador en relación de dependencia con una remuneración bruta mensual de $ 800.000 percibía, hasta ahora, un ingreso neto mensual de $ 550.308, ya que debía afrontar la retención de cargas sociales por $ 132.001 y el pago del impuesto a las Ganancias por $ 117.690.
En cambio, con el nuevo mínimo no imponible, el mismo salario bruto implicará un ingreso neto de $ 667.999, lo que implica una mejora de $ 117.690 en el salario de bolsillo, equivalente a un incremento del 21,4%.
Más información