TPR, la empresa concesionaria de las terminales I y II del puerto de Rosario, anunció este martes la desvinculación de 23 trabajadores, en lo que marca la agudización del conflicto laboral que estalló a finales de la semana pasada.
Por medio de un comunicado, la firma argumentó la decisión por la violación de la conciliación obligatoria llevada adelante por el Supa en forma colectiva y los trabajadores en forma individual”. Según TPR, “la empresa no tiene otra alternativa que iniciar las acciones de desvinculación a partir del día de la fecha”, avisando que la liquidación final y certificaciones correspondientes estarán a disposición de los despedidos en los plazos de ley.
El gremio (Supa) venía barajando la posibilidad del inicio de los despidos, pero la concreción de las desvinculaciones suma tensión al conflicto, que tiene a los trabajadores manifestándose frente al ingreso de la terminal desde el jueves. Conocida la noticia, el sindicato prepara un endurecimiento de las protestas.
Este martes, el sindicato no acató la conciliación obligatoria que dictó el gobierno provincial el lunes por la noche tras una larga jornada de negociaciones entre las partes que no arribaron a un entendimiento manteniéndose así el paro por tiempo indeterminado iniciado el viernes cuando la firma había comunicado las suspensiones de 200 estibadores.
El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe dictó este lunes la conciliación obligatoria por 7 días en el conflicto laboral en TPR, la empresa concesionaria de las terminales I y II del puerto de Rosario, al término de una jornada de negociaciones. Y ante la falta de entendimiento, la administración provincial puso sobre la mesa la posibilidad de que la operadora portuaria tramite en el gobierno nacional un procedimiento preventivo de crisis.
Las reuniones -que se realizaron en la sede local del Ministerio de Trabajo santafesino, y que comenzaron cerca de las 8 y terminaron pasadas las 18- estuvieron por arribar a un entendimiento. El gremio de los estibadores (Supa) viene impulsando un aumento anual de 60% de los salarios, que de palabra este lunes TRP aceptó. “Pero cuando se iban a firmar las actas, la empresa sorprendió con una serie de condiciones no previstas que claramente iban en contra de los trabajadores, y por eso el acuerdo no se firmó”, se quejó Cesar Aybar, secretario del Supa Rosario.
El jueves de la semana pasada ante la decisión de la empresa de no pagar la tanda de suba salarial ya prevista, el Supa empezó a bloquear la terminal. El viernes TPR respondió suspendiendo a los 600 estibadores, que iniciaron un paro por tiempo indeterminado. Y este lunes, ante la falta de acuerdo, la Provincia dictó la convocatoria por 7 días, que es prorrogable. “Nosotros somos respetuosos de la autoridad, pero no vamos a acatar la convocatoria", dijo Aybar. "Vamos a seguir manifestándonos frente a la terminal sin cortar la calle”, anunció Aybar.
De no haber un pronto acuerdo paritario, TPR empezó a agitar la posibilidad de avanzar directamente con despidos, y por eso en el gobierno santafesino, que viene impulsando las conversaciones entre las partes, empezó a hablar de un procedimiento preventivo de crisis.
¿Por qué se cayó el acuerdo? En principio, la empresa rechazó que en el acta se fije una fecha cierta de pago del aumento, lo que para el gremio muestra que en realidad buscaban que se levante la medida de fuerza ya que no habría vocación de cumplir el acuerdo de pago.
TPR asegura que atraviesa un fuerte estrés financiero por las turbulencias económicas y a raíz de que la actividad se le redujo por tener fuera de operaciones a dos de los tres muelles de sus terminales por los riesgos de derrumbe a raíz de la falta de mantenimiento. Por eso no abonó el último aumento salarial prometido y sostiene que necesita despedir al menos 200 estibadores o concretar una fuerte rebaja de los costos laborales de los 600 que ocupa.
“Lo que están buscando es frenar la presión de la Provincia para que inviertan en los muelles. Están buscando tirarle a la provincia la gente a la calle para que la provincia afloje con las presiones sobre ellos para que inviertan en los muelles”, dijo Aybar.
Pero además de la puja por el financiamiento de las obras hay otro conflicto. Resulta que en el convenio laboral figura un artículo (el 223) que habilita a la empresa a no pagar cargas y aportes si el Supa así lo acepta. Una ayuda a la que se recurrió en anteriores oportunidades. Pero, según datos que maneja el Enapro, este año TPR no habría hecho ningún aporte pese a no tener la firma del gremio avalando el no pago.
Y la situación se agravó cuando la semana pasada le cayó al puerto una inspección general de la Afip en temas previsionales y encontró que el artículo 223 no estaba firmado. Por eso ahora TPR exige como condición para terminar el conflicto, que el Supa lo firme. Pero el gremio teme que, de hacerlo, la empresa active suspensiones y despidos. Pero si el sindicato no firma el acuerdo, TPR podría enfrentar graves problemas legales por la falta de aportes.
"TPR busca el conflicto social para su propio beneficio. Quieren que haya conflicto en las calles para resolver sus cuestiones internas. No hay que olvidar que el 50% de la empresa la tiene Vicentin, una empresa que está en grave conflicto penal, y lo que buscan es presionar al gobierno provincial. Ellos están pidiendo que la Provincia pague las urgentes reparaciones de los muelles del puerto, que por contrato ellos tienen que mantener, y además están presionando para que se le extienda varias décadas las concesión a cambio de invertir en la reconstrucción de los muelles del puerto, y encima harían una inversión mínima porque quieren que sea el Estado quien financie la mayor parte", bramó el sindicalista.