El bien es escaso. Atormenta seguirle los pasos a movimientos que planillas contables cibernéticas mueven con rapidez. Aparecen, se agigantan o viceversa. Esos números en las planillas es dinero que se mueve. Con un click van de acá para allá, aterradoramente.
Si bien el párrafo anterior incluye el ánimo del cronista hay otra sensación sobre los mismos movimientos. En algunos días llegará desde España la influencer y educadora económica Lucia Aguilar para presentar su libro (editado por Planeta) Sin miedo al dinero (diseña la vida que querés). La economista que en las plataformas se muestra como @luliinvierte asesora, en tiempos de incertidumbre e inflación, para que sus lectores y seguidores vean disfruten de sus finanzas sin nada que temer.
“Es indispensable tener educación financiera hoy en Argentina. Con herramientas de internet y aún más viviendo en un país que tiene una inflación de dos o tres dígitos por año. Uno no puede estar en un país donde tenés altísima inflación sin saber lo básico para saber moverte.
Lucia escribió un texto de fácil acceso para quienes desconocen de movimientos financieros: “Condensé años de estudio y de trabajo para que pueda ser entendido sin demasiada información previa. Creo que cualquier adulto que lo lea, lo va a poder entender sin tener entrenamiento financiero. Que sus conocimientos puedas ser utilizados y aplicados por todos”.
–¿Cómo observa lo que está pasando en la Argentina donde hay mucha necesidad de educación financiera?
–Es muy doloroso ver a la distancia lo que sucede en nuestro país, pero creo que en todo el mundo falta educación financiera. La gente no sabe qué hacer o le tiene miedo al dinero. Eso es por falta de educación. En España, por ejemplo, la mitad de los chicos no saben nada de educación financiera cuando termina el secundario, nada. Es algo que pasa en todo el mundo. Argentina es un país donde necesitamos mucho ese conocimiento. No hay créditos hipotecarios, no hay líneas de crédito así grandes, entonces todos necesitamos autogenerarnos nuestra propia realidad. Y para eso hace falta conocimiento: educación financiera.
–¿Cómo arrancamos con eso?
–Lo más importante, a muchos les parece una redundancia, es saber cuánto dinero ganas por mes y cuánto gastás por mes. Sobre todo, los que son autónomos. Entonces, tener claro cuánto gano y tener claro cuánto gasto. Ahí arrancamos.
–¿Cómo accedemos a esa información? ¿Anotamos todo, todo el tiempo?
–Es muy importante no volverse neuróticos con el dinero, no necesitamos una neurosis más. Anotar todo, tipo me tomé un colectivo y esos detalles mínimos, no ayuda a las finanzas personales. Pero si estás súper perdido y no sabes en qué lugar estás parado con tus finanzas, si realmente no puedes decir cuanta gastas por mes necesitas hacerlo. Hacelo un mes. Solo un mes. Y listo, no lo haces más. Para el siguiente mes haces presupuestos.
–Profundicemos eso
–Una vez que tenés en claro tus ingresos y egresos definir cuanto vas a gastar en cada cosa. Son las direcciones exactas que le vamos a dar al dinero. El siguiente paso es ahorrar antes de gastar.
– ¿Y cómo haces eso?
–Una vez que tenemos el presupuesto en un Excel podemos hacerlo. Si querés ahorrar diez mil pesos por mes, los sacás de tu vista, lo sacas de tus cuentas, lo metes en una cuenta donde no tengas acceso, para no gastarlo. Porque si vamos a ahorrar lo que nos sobra en el mes, no sobra nada.
–¿Criptomonedas, si o no?
– Lo más importante es entender el concepto del riesgo. Hay activos que son mucho más arriesgados que otros, tenemos de un plazo fijo hasta un criptoactivo. Entonces, entender que las criptos son del lado más volátil y más riesgoso del arcoíris de inversiones que uno puede acceder.
– Los jóvenes están muy atentos a las cripto
–Sí un chico tiene las necesidades básicas cubiertas, vive con sus padres, y tiene un poco de dinero porque hizo una changuita propia o tiene ahorros de cumpleaños y quiere ingresar en cripto, a mí no me parece mal. Si no es dinero que necesita para otra cosa, y si está dispuesto a perderlo. El problema empieza cuando tomar deuda para entrar. No te diría sí o no: pero es muy riesgoso, es muy volátil y uno puede estar hipotecando su vida.
– El miedo al dinero, ¿lo aniquila un terapeuta financiero o un psiquiatra?
–Mirá, es una conjunción. Saber ya aniquila mucho el miedo. La terapia ayuda un montón para entender cuáles son tus creencias limitantes, por qué vos no podés enfrentarte a ver el resumen de la tarjeta, qué es lo que pasa, qué es lo que te pasa. O sea, eso lo ve un terapeuta, eso no lo veo yo. Pero, digamos, no hay un cuco, no hay nada ahí atrás. O sea, son tus propios hábitos de consumo, no hay nada que te va a sorprender demasiado, a menos que tal servicio haya subido un 300%. Es parte de la vida, son tus propios hábitos de consumo.
–¿Qué hacemos con los “gastos hormiga”?
–Todas las personas tenemos gastos hormiga. Incluso hay casos donde “todo” es un gasto hormiga. Por eso hay que presupuestarlos, que dejen de ser gastos fantasmas que uno no sabe en qué se te va la plata. Tenemos que saber cuánto dinero gastamos por mes en cafecitos y cositas en el kiosco. Yo no creo que dejar de consumir cafecitos te va a permitir tener una vida mucho mejor.
– ¿Medir gastos en grados de felicidad?
–Claro. Hago eso. Mido todo en grados de felicidad. ¿Cuántos grados de felicidad me aplica esto? Entonces por ahí estamos gastando mucho dinero en el mes en cositas chiquititas, en cosas que no me generan felicidad y podría unir todo eso y hacer una buena salida, una buena ida a un teatro, o una buena compra de algo que deseo mucho.
–Milei es a su manera un educador financiero; él dice que los ahorros se duplican en 7 años. ¿Es posible eso?
–Sí, es posible. Vos pensás que la Bolsa de Estados Unidos (que es muy fácil ingresar) rinde un 8% anual. Todo esto lo explico en detalle en el libro. Uno puede hacer que el dinero rinda más, puede hacer que el dinero trabaje por uno sin ser la súper experta financiera del mundo y tampoco sin tener demasiado capital. Solo hay que perderle miedo al dinero para diseñar la vida que uno quiere tener.