El dólar oficial suena a una entelequia, algo que existe sólo en la imaginación. Se trata del precio al que se puede conseguir a razón de 200 por mes en los bancos, pero que al intentar convertirlo en billete su cotización cambia por los impuestos a pagar.

Ese dólar oficial, o dólar Banco Nación, es el que el gobierno encareció hoy un 20% y lo dejó a $365 en el segmento minorista y $350 en el mayorista. Pero aunque no lo veamos tiene un precio gravitante en la economía y por eso la devaluación del tipo de cambio oficial de este lunes (que fue acompañada por una disparada del blue) tendrá un fuerte impacto en la economía real. Incluso, hay cálculos que le sumaría entre dos y tres puntos a la inflación.

Ocurre que el dólar oficial es la base de todos los bienes que se importan. Y si bien es cierto que –producto de muchas razones, que van de la escasez de oferta hasta la toma de ganancias de los importadores- los precios de los importados subieron a un ritmo cercano al del dólar paralelo, con este sacudón la base aumenta.

Sobre la cotización del oficial también se calculan los precios mayoristas de la energía y los productos siderúrgicos y combustibles, tres sectores claves. En el caso de los alimentos, entre regulaciones oficiales y estructura de costos, los precios suben más cerca del ritmo y valores del oficial que del paralelo.

En cierta forma, el “dólar oficial”, retrasado frente al blue, opera como una suerte de ancla invisible para la inflación. Una ancla que no es inocua porque genera brecha y distorsiones y complicaciones en los costos de las empresas.

Es por eso que, en definitiva, la brusca devaluación post-paso más tarde o temprano irá a los precios finales presionando a una nueva alza inflacionaria. Todo eso sin contar la disparada del dólar bue y de los distintos dólares Bolsa, que tallan en otros precios de la economía. En ese sentido, el economista Miguel Kiguel sostuvo que este salto devaluatorio le sumará “3 o 4 puntos a la inflación” mensual, que podrían ser más si se retocan nuevamente las tarifas y las naftas.

Y con un inflación al 115% anual, antes de la disparada del blue  que arrancó hace 15 días y ahora del oficial, volvió a escena el temor de estar bordeando una híper. Por caso, la consultora  ECO GO, de Marina Dal Poggetto, había estimado una suba del 9% en agosto, previo a lo que ocurrió ayer, y por eso ahora calcula que el aumento de precios puede llegar a los dos dígitos superando el 200% acumulado en diciembre.

Frente al panorama de importaciones más caras, la devaluación también supone un impulso a las exportaciones. Y en rigor, pone a todos los sectores de la producción en un andarivel de competitividad similar al del dólar agro, y eso es una buena noticia.

La devaluación del peso frente al dólar oficial también le permite al gobierno encarrilarse un poco con los compromisos tomados con el Fondo Monetario Internacional que ya prometió desembolsos por 10.750 millones de dólares en dos meses que el gobierno necesita para ahuyentar el riesgo de default.

Sobre las reservas, la suba del dólar dejó inocuo al dólar agro (luego de aportarle unos 1.800 millones de dólares a las arcas del Banco Central) ya que el comercio de granos se paró este lunes tras las Paso. El frenazo se explica un poco porque ya no hay incentivos extra para vender el maíz disponible (y ese tipo de cambio diferencial era la razón de que haya cierta actividad) y otro porque, ante las perspectivas de un futuro gobierno quite el cepo y rebaje retenciones (como proponen Milei y Patricia Bullrich), el productor con soja guardada no tiene incentivos para vender y apuesta a esperar a diciembre.

En rigor, este lunes toda la economía se trabó por la incertidumbre y disparada cambiaria y, sobre todo, por la inestabilidad. Y como el freno comercial (más allá de lo transaccional) va por su segunda semana, la actividad empieza a verse afectada. También hay sectores que pasaron rápidamente la suba del dólar a precio, por ejemplo los importados en ferreterías.

En ese contexto, la suba de 21 puntos de las tasas de interés que estableció también este lunes el Banco Central para tratar de que más pesos se sientan tentados en no correr hacia el blue, también tiene un efecto a la hora de encarecer el crédito a las empresas, sobre todo en el descuento de cheques, giros en descubierto y anticipos en cuenta corriente; que son las formas más usuales que tienen las empresas para financiarse.