"No fueron millones fugados. Fueron millones pagados". Así se refirió este viernes Gustavo Francescheti, el abogado defensor del financista Luis Herrera, sobre los giros al exterior de U$S 5 millones que el empresario realizó antes de defaultear, según denunció Fiscalía.
En una larga audiencia presidida por la jueza Paula Alvarez, que siguió desde temprano tras el cuarto intermedio del jueves en la que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) aportó los nuevos datos de los movimientos al extranjero, el letrado defensor contó que todo el movimiento a brokers en Houston, Texas, Miami y las Islas Vírgenes son propios de las maniobras para enviar dinero al exterior escondiéndose del radar del fisco argentino.
"Admitimos que hubo una infracción cambiaría y aduanera, pero los giros al exterior de 2020 eran para pagar a los clientes que pedían que les depositen afuera", sostiene la defensa para retrucar la imputación de que antes de caer Herrera escondió U$S 5M antes de defaultear.
"No hay trazabilidad sobre esas operaciones y tampoco sobre entre quienes se repartieron los 5 millones de dólares en el exterior porque, precisamente, ese es el objetivo de las operaciones cable, y por eso es una infracción aduanera", sostuvo el abogado Francescheti.
Para probar que con ese dinero enviado al exterior se pagó a clientes, la defensa sostuvo que "calzan justo con las fechas y montos de pago a clientes que figuran en recibos".
Sobre los pagos realizados en el exterior, al abogado Diego Luengo, que Fiscalía denunció porque fue sin permiso judicial, el que tomó la palabra fue el propio Luis Herrera: "En 2023 me quedé sin abogado al renunciar Martínez Gorostiaga. Tampoco quería tomar la Defensoría Pública. Recurrí al broker Tim Lyons, un profesional de 80 años que con el tiempo entablamos una relación de amistad, y a través de un banco extranjero me pago afuera a un abogado".
La estrategia de la defensa fue mostrar que "lo que hay es una deuda impaga, pero no la comisión de un delito", y por eso se trata de "incumplimiento contractual que intentó resolver en el concurso de acreedores".
"El dinero no se esfumó, es que no le alcanzó. Hay deuda, no delito. Se perdió el dinero por la crisis de 2019 porque el negocio de futuros y opciones es muy riesgoso y así como se puede ganar mucho, se puede perder todo", dice la defensa. Pero el punto novedoso de la audiencia fue que Herrera tomó la palabra para defenderse.
"Quiero contar lo que fuí porque en términos sociales, profesionales y comerciales fui cancelado por este proceso", dijo y empezó a contar su historia profesional, su paso por el mundo bursátil y su especialización en el negocio de futuros y opciones, "que por ser más riesgoso y apalancado, genera más rentabilidad", según explico ante la magistrada.
"La Bolsa de Comercio de Rosario me eligió por dos décadas para su comisión de inversiones por la renta que sé generar y el ahora Matba/Rofex me eligió para conducirlo en la crisis de 2002 por mi capacidad para sortear crisis y cumplir con los contratos en dólares y así lo hice", dijo.
"Estuve 25 años en el directorio del Rofex y el Centro de Corredores de Rosario me nombró cerealista del año. Por estos antecedentes, la gente me otorgó créditos para que administre con total libertad por la alta rentabilidad que genero con futuros y opciones", agregó.
"Los 20 más grandes operadores del mercado de granos (exportadores y corredores) me confiaron por años la administración de un fondo para proveerle liquidez a sus posiciones en futuros y por mi gran rendimiento hasta rechazaron mi idea de compartir esa cartera", recordó.
"Repasamos antecedentes y reconocimiento de Herrera para mostrar que no era un yerno vago que se aprovechó de su suegro, o un financista arribista que armó un Ponzi, sino que el prestigio se lo ganó a fuerza de gran exito con sus inversiones", dijo el abogado defensor.
"Pagó todo lo que pudo. Si hasta tomó un crédito usuario en el banco Reba por U$S 3 millones para seguir pagando, cómo lo hizo. Y encima el banco les remató judicialmente las acciones del Matba Rofex que estaban de garantía y que era un activo clave para pagarles a los acreedores. Nunca se fugó. Se puede criticar que no prorrateo los pagos que alcanzó a hacer entre todos y que su negocio era riesgoso, pero claramente no era un Ponzi. Confiaba en qué con tiempo superaría la corrida post paso 2019 cómo lo hizo en 2001, cuando cumplió todos sus compromisos en dólares, y -por eso- al no pesificar hizo que la gente le lleve a él sus ahorros y no a los bancos", sostuvo el letrado.
La defensa de Herrera puso sobre la mesa la opción de un acuerdo: "Cuando fiscalía se convenza de que no hay dinero escondido, se podría hacer una suspensión del juicio a prueba y repartir entre denunciantes los bienes cautelados que cubren los 18 millones que suman las denuncias".
Precisamente, Francescheti cuestionó los números de la deuda que presentó la Fiscalía, a qué le recriminó no haberlos auditado. "Solo sumaron lo que le dijeron los denunciantes, pero si estamos ante un delito no solo habría que contabilizar el capital, sino los intereses", dijo. Y fue por más: "Hay 68 denunciantes que retiraron más de lo que depositaron y se llevaron u$s1.7M", retrucó. Es más, estimó que la cifra del faltante que presentó fiscalía está sobreestimada en U$U 11 millones.
Tras las exposiciones, la jueza Alvarez definirá si Herrera sigue el proceso penal en su contra en libertad o en prisión preventiva, como pidió Fiscalía.