El presidente de Trenes Argentinos, el ente público que controla todos los activos ferroviarios del Estado nacional, estuvo este jueves en la Bolsa de Comercio de Rosario para detallar el alcance de la privatización del ferrocarril Belgrano anunciada ayer.

El funcionario -a cargo de la sociedad que maneja todos los activos ferroviarios del país, entre ellos el Belgrano Cargas-llegó con parte de su equipo y fue recibido por referentes de cadena agroindustrial y logística que plantearon su apoyo a la medida de privatizar al tiempo que pidieron precisiones y pusieron sobre la mesa aportes para la mejora.

El principal punto en el que el funcionario hizo hincapié fue en que no se trata de una concesión integral como se hizo en los 90 con todas las líneas (salvo el Belgrano que no encontró comprador) que comprendía cederle toda la línea (infraestructura, material rodante, personal y operatoria) a un solo operador, sino que se busca que haya libertad de acceso comercial de terceros operadores.

El Belgrano opera tres líneas ferroviarias que cubren un total de 7.600 kilómetros. “Para cada una de las tres líneas vamos a instrumentar siete procesos de concesión diferenciados”, detalló.

Según anunció el funcionario, será una concesión por la vía, con derecho a pago de peaje, y que incluirá el traspaso de los empleados afectados a la misma; dos concesiones de locomotoras; dos concesiones de vagones y dos concesiones de talleres que incluyan a los empleados asociados.

“El esquema propuesto es de concesión de infraestructura de acceso abierto, es decir, que el concesionario de la misma tendrá la obligación de permitir el paso a todos los operadores que quieran transportar carga por esas vías, evitando con esto conductas monopólicas”, resaltó.

El gobierno espera que esa competencia permita triplicar las cargas que opera el Belgrano, que pese a que tuvo un aumento en los últimos años no logró que el ferrocarril estatal mejore su performance, ya que las líneas privadas -con el NCA a la cabeza- son las que más cargas mueven en un sistema que está estancado en torno a los 10 millones de toneladas. 

El gobierno se llevó el apoyo del sector agroexportador, que pidió precisiones sobre la implementación, ya que se trata de un modelo para armar (que puede dar lugar a muchas fórmulas de operadores) y pidió que se avance en la desregulación de todo el sistema ferroviario

En el sector agroexportador, usuario intensivo de trenes, siempre se apoyó la política privatizadora, pese a que se reconoció que el sistema de “concesión integral”, al no permitir la competencia de operadores en un mismo ramal, generó que el operador termine priorizando sus negocios. En el caso del NCA, siempre se miró con ceño fruncido que las rutas, frecuencias y disponibilidad de bodega estaban bien en línea con las prioridades de abastecimiento de la empresa dueña -la aceitera cordobesa AGD- con todo lo que eso conlleva en la competencia entre exportadores por la producción granaria del interior productivo.

El sistema de “acceso abierto” a diferencia de los “concesión integral” fue sancionado por ley a final del gobierno de Cristina Fernández, pero no se llegó a implementar. Si bien durante la gestión de Mauricio Macri se avanzó en la definición de implementación, a medida que se vencían las concesiones de los 90, durante el gobierno de Alberto Fernández se decidió prorrogar todas las concesiones hasta que se decida, sin fecha, implementación el "open acces".

En ese sentido, Nuñez anticipó que una vez consolidado el proceso en el Belgrano, la idea del gobierno es ir activando el nuevos sistema en el resto de las líneas, que se manejan en la actualidad con contratos prorrogados.

“En la reunión, la Bolsa de Comercio reafirmó su compromiso de fomentar estos espacios de diálogo entre sector público-privada para mejorar la infraestructura y competitividad de nuestra región”, señaló tras el encuentro, Andrés Williams, director de Relaciones Institucionales de la entidad bursátil.