Con millones de personas en aislamiento y una cantidad de casos que aumenta a diario, el coronavirus (COVID-19) ha puesto entre paréntesis la normalidad de la vida cotidiana de cientos de sociedades en todo el mundo.
Del mismo modo, el avance del virus frenó violentamente la marcha de la economía global y generó grandes pérdidas en las bolsas a nivel mundial: el Dow Jones, por ejemplo, retrocedió 23% entre enero y marzo, su mayor caída trimestral en más de 30 años.
Ante este panorama, muchos preveían que activos alternativos como las divisas electrónicas se mantendrían a salvo. Sin embargo, quienes hayan decidido comprar bitcoin seguramente se llevaron una sorpresa al ver que su precio, como el de otras monedas digitales, también cayó de forma pronunciada.
Marzo negro para las divisas electrónicas
El 13 de marzo, dos días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia de coronavirus, el bitcoin tocó brevemente los USD3.867, su punto más bajo desde el 25 de marzo de 2019, según recogió el sitio Coindesk. Si bien se recuperó y terminó el mes por encima de los USD6.400, perdió 24% de su valor en 30 días.
Bitcoin no fue la única criptodivisa en caer. Ethereum, por ejemplo, cerró el 12 de marzo en USD112, menos de la mitad de los USD229 que había alcanzado una semana antes. Su recuperación parece ser más lenta, ya que para el 31 su valor se ubicaba por debajo de los USD134.
En tanto, el valor de litecoin corrió una suerte similar: el 12 de marzo cerró en casi USD31 tras superar los USD80 un mes antes.
Aversión al riesgo y refugio en el dólar
Si bien hay varios factores que pueden haber influido en la caída del valor de las monedas electrónicas, el pánico por el funcionamiento de la economía mundial, que también despuntó el desplome en los mercados de valores y el recorte de tasas por parte de bancos centrales, ha sido un elemento clave.
Las criptomonedas son activos volátiles, y cuando la economía mundial tambalea, los inversores buscan alejarse de las apuestas más riesgosas. Así, muchos optaron por refugiarse en la seguridad del dólar, que, a pesar de los datos desalentadores sobre el empleo en Estados Unidos, continuaba fortaleciéndose en los primeros días de abril.
Un futuro incierto
En el primer trimestre, bitcoin perdió 10% de su valor, según Coindesk, lo que de todas formas ubicaba su desempeño por encima de índices como el Nikkei, el FTSE y el Dow Jones. Sin embargo, es difícil proyectar el recorrido de su precio en los próximos meses: si hay algo que ha dejado en claro la pandemia de COVID-19, es que las monedas electrónicas no son tan ajenas a lo que sucede a nivel macroeconómico. Contrariamente a lo que muchos creen, no son inmunes a las circunstancias que afectan a las economías del mundo.
Por ello, para ver qué rumbo tomarán las divisas digitales en los meses por venir, habrá que tener en cuenta la marcha de distintos factores. El avance del COVID-19 es, sin duda, uno de los más importantes, pero también habrá que ver qué sucede con el precio del dólar y del oro, el rendimiento de los mercados de valores y las políticas de bancos centrales y gobiernos para hacer frente a los estragos generados por la pandemia. Ante un panorama lleno de incertidumbre, solo queda esperar y ver.