La agencia de Bolsa Brancatelli SA se presentó de manera espontánea con un escrito ante los fiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para asegurar, y respaldar con documentos, que nunca hizo operaciones para el financista Yalil Azum, investigado por conducir una organización que presuntamente lavaría dinero de grupos narcos.
La tradicional casa de Bolsa de la ciudad aparece en una de las escuchas que figuran en la investigación de los fiscales Viviana O Connell y Alejandro Ferlazzo, y que derivó en la detención del Azum. En concreto, un miembro de asociación que investigan los fiscales aparece comunicándose con Brancatelli SA para abrir una cuenta para operar con ellos.
Con el escrito presentado, que está patrocinado por los abogados Froilán Ravena y Renzo Biga, aseguran buscar "realizar aclaraciones y hacer aportes a la investigación". Según relatan, el 10 de agosto de este año una persona que se identifica como Azum Yalli se contactó telefónicamente con las oficinas de Brancatelli para empezar a operar en Bolsa con ellos.
"En dicha comunicación, al igual que a cualquier persona que se comunica, se le informó que para poder operar debía presentar diversas documentaciones y completar formularios para poder cumplir con los requisitos legales y los protocolos internos de la sociedad y que se le podía alentar por correo electrónico la documentación a presentar", señalan.
Como Azum se mostró interesado les pasó una dirección de correo electrónico, ese mismo día la empresa le envió los documentos. Al otro día, el financista envío la documentación requerida y fue así que se le empezó a armar una carpeta en la agencia.
Completados esos papeles, el 20 de agosto Azum -según el escrito- quiso empezar a operar, pero desde la firma se le dijo que debía también enviar además justificativos de fondos que acrediten el origen de los fondos a utilizar. Fue así que el financista envió por mail documentación que podía servir para acreditar el origen del dinero en Bolsa (la venta de un terreno). Y fue ahí que pidió seguir el trámite de manera telefónica, también para asesorarse sobre cómo es la operatoria con el dólar MEP.
"Cuando el empleado le explicó que los fondos para operar en bolsa debían necesariamente ser transferidos desde una cuenta bancaria de titularidad de comitente, y éste expresó que eso se le complicaba y que quería traer el efectivo a sus oficinas. Ante ello, se le informó que no era posible ya que toda la operatoria bursátil es siempre totalmente bancarizada, a lo que contestó que iba a ver que hacía", señala el escrito. "Pero en lugar de ello no hubo más contacto de parte de esta persona hacia la sociedad, como así tampoco de la sociedad hacia esta persona, es decir, dicha comunicación fue la última que se cursó entre ambas partes", agregan.
"En conclusión, esta persona si bien consultó a nuestra firma sobre la posibilidad de operar en Bolsa y se le proporcionó la información y documentación necesaria, pero nunca llegó a operar ni a completar los trámites de apertura. Y desde nuestra parte se adoptaron todos y cada uno de los recaudos formales y legales que se exige. Es decir, la consulta realizada por Azum es una de las tantas que se reciben en nuestras oficinas", resalta la agencia de Bolsa, que acompañó el escrito con toda la documentación que respalda sus argumentos presentados ante los fiscales.