El secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Julio Cordero, dijo que “no hay un tope o techo” a las negociaciones en paritarias. Más bien se trabaja sobre “salarios reales” que “no desvirtúen a la economía” y dejando atrás “la costumbre de subir paritarias y trasladarlo a precios”. En un encuentro a solas con Rosario3, el funcionario sostuvo que las reformas laborales de la Ley Bases permiten “una seguridad jurídica enorme para las nuevas contrataciones” y que los próximos pasos en ese sentido se definirán en “una mesa del diálogo y del consenso” entre las distintas partes. También habló del paro de los gremios del transporte previsto para el 30 de octubre y respondió que “los paros se están viendo como algo negativo” y son como “un perno” para “los que tiran para adelante”.

Cordero participó del Coloquio de Idea en Mar del Plata y formó parte de una mesa sobre “Cómo generar empleo para el desarrollo de la Argentina”. A diferencia de los otros integrantes del gabinete nacional, el secretario se mostró abierto al diálogo. 

El periodista Sergio Roulier entrevistó a Cordero en Idea.

–¿Qué análisis hace de los cambios en materia laboral que el Gobierno pudo sacar adelante en este primer año de gestión?

–El avance hacia el bien es una constante. Lo que ya hay, producto de la sanción de la Ley Bases, es un avance sustancial. Permite una seguridad jurídica enorme para las nuevas contrataciones, locación de obras y servicios, y de relación de dependencia. Siempre hay cosas por hacer. Dada la estabilidad económica, la baja de la inflación y el equilibro fiscal, ahora los empresarios pueden hacer una proyección de la estabilidad económica de sus empresas más la seguridad jurídica de que no hay riegos. Se termina con la narrativa de la pared pintada: hay una pared para pintar, el dueño de la casa la quiere pintar, hay personas que pueden hacerlo pero no lo hace porque no los quiere contratar porque el riesgo es que me demande y pueda perder la casa entonces la pared sigue despintada. Eso ya no está más.

–¿Cuáles son los próximos pasos?

–A través de la mesa del diálogo para la producción y el empleo vamos a recibir propuestas, y dentro del equilibrio fiscal y el control de la inflación, y empezar a trabajar sobre ello.

–¿El Gobierno fijó un techo para las paritarias?

–Hay una enorme responsabilidad gremial para negociar paritarias en un contexto donde se sacó la costumbre que teníamos de subir paritarias y trasladar a los precios. Se trabaja sobre salarios reales, que la capacidad adquisitiva del trabajador sea cierta. Eso es una tarea muy artesanal y compleja que ha tenido a la actividad gremial y empresaria en negociaciones fuertes y concentradas. No es que hay un tope o pauta, sucede que se mira la inflación y se negocian salarios que ganándole a la inflación no desvirtúen a toda la economía.

–¿Hay diálogo con la CGT, con un sector de la central obrera?

–El dialogo es permanente con la CGT. Tenemos una relación de años, hay un diálogo muy fluido y ameno como con los empresarios.

–¿Qué opina del paro de los gremios del transporte para el 30 de octubre?

–La sociedad está haciendo un enorme esfuerzo por un país mejor y quiere trabajar en la producción de bienes y servicios. Me da la sensación que los paros están siendo vistos como algo negativo. En este contexto todos trabajamos juntos tirando para adelante y hay alguno que agarra una soga y tira para atrás o la frena. Es como si todos fueran para adelante y alguien pone un perno en ese trayecto. En esto nos tenemos que dar un espacio de diálogo y del consenso más que en salidas como los paros.

–¿Está al tanto del conflicto con la firma Dow en Puerto San Martín?

–No tengo información en particular. Estamos trabajando en general sobre el diálogo y el consenso porque nos parece imperioso que hay que erradicar la violencia y el acoso desde lo individual y a lo colectivo. El derecho es tan fuerte que demanda el compromiso de todos los actores. Cualquier cosa que lleve a un cierre de un establecimiento debe ser mirada por todos los sectores sociales.

–¿Cómo ve a Rosario?

–Santa Fe es una provincia con un potencial enorme, un motor para la Argentina, no solo por lo hecho sino por todo lo que tiene por hacer. Rosario, generada una seguridad jurídica y personal, es una ciudad magnífica dadas las condiciones que está logrando.