El precio de los bonos argentinos subirá este lunes en los mercados extranjeros. También mejorarán las acciones de empresas nacionales que cotizan en el exterior, sobre todo de agroindustrias y tecnológicas. Esas son de las pocas certezas a mano sobre el primer impacto económico del triunfo de Javier Milei en el balotaje.
El resto es todo incertidumbre. Se descarta una suba del dólar blue y de los dólares financieros, cuando el martes vuelva la actividad, pero la intensidad del alza es sobre lo que no hay consenso. ¿Será Moderada o habrá disparada?
El interrogante es el mismo con todos los precios de la economía real, tanto minoristas y mayoristas. Y es que hay mucha inflación contenida en sectores productivos que esperan conocer el futuro de los controles que el gobierno saliente mantenía vigente hasta esta semana que terminó. La pregunta es: ¿el sinceramiento de precios, que en la práctica se traducirá en un fuerte aumento de los valores en góndola, arrancará en la transición? ¿Y si así lo hace será ordenado o desordenado?
Y ante la incertidumbre, los actores económicos se pueden mover en dos direcciones: cautela o pánico. Y el rumbo que tomará esta semana la economía lo definirá en gran parte cómo sea la transición, que el mismo domingo ya sumó tensión con el candidato derrotado Sergio Massa señalando que "desde mañana, la responsabilidad y la tarea de dar certezas y transmitir garantías sobre el funcionamiento político, social y económico de Argentina es responsabilidad del presidente electo", a lo que Milei le respondió recordando que hasta el 10 de diciembre el gobierno es el responsable de lo que ocurra en la economía.
En ese sentido, el feriado del lunes le otorga un margen de 24 horas a los gobiernos saliente y entrante de poder lograr consensos mínimos para que sea menor el costo económico inicial del fuerte reacomodamiento que supone el disruptivo triunfo del candidato libertario por las reformas que pretende y porque el viernes los mercados cerraron la semana inclinándose porque el resultado sería favorable a Massa.
“Creo que va a haber incertidumbre cambiaria, aunque Milei dio un discurso moderado. No dijo nada de dolarización”, dijo Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma. Según su opinión, la brecha cambiaria seguirá alta porque el mercado estaba demasiado jugado a un triunfo de Massa
De cara al nuevo gobierno, el componente de incertidumbre es alto y recién se empezará a despejar cuando se conozca el plan económico -que defina las reales metas y plazos para implementar las reformas- y el equipo económico.
Es que salvo el total compromiso a “honrar deudas” (que explica que se espere una suba de los bonos alejándose el riesgo de default y que también calmó el dólar crypto que en el arranque del domingo se había disparado) y a "respetar la propiedad privada" (destinado a calmar a quienes tienen dólares en los bancos y a frenar salidas de depósitos), el discurso del domingo de Milei ratificó que su gobierno iniciará un camino de desarticulación de las intervenciones del Estado en la economía (precios, importaciones, impuestos), pero no dio pistas de los plazos y la profundidad de las liberaciones.
“Milei necesita dejar claro cómo conseguirá los dólares para dolarizarse y cómo conseguirá el apoyo político para reducir el sector público. Una amplia victoria le da capital político, pero no lo protege de los costos políticos, de todo lo que necesita hacer para cumplir lo que prometió”, dijo Adriana Drupita, economista de la agencia internacional Bloomberg.
“Las acciones y los bonos van a subir porque el mercado va a celebrar a un candidato pro-mercado sobre el kirchnerismo, así que va a haber entusiasmo en el mercado en ese sentido. Esa va a ser la primera reacción, de optimismo. Sin embargo, el mercado será cauto en cuanto a tomar posiciones porque todos los inversores coinciden en que el escenario es muy difícil para la Argentina”, dijo Javier Timerman, reconocido e influyente operador del mercado financiero. “El mercado va a reaccionar con mucha cautela, mucha más cautela de lo que hubiese sido ante un triunfo de Juntos por el tema de la gobernabilidad”, agregó.
La definición del equipo económico también marcará el sentido y la intensidad de las reformas, que Milei anunció como "drásticas". Además, permitirá a los dirigentes empresarios y a los gobiernos provinciales y locales poder tener con quién avanzar en tender lazos, ya que la falta de referentes autorizados por Milei para los distintos temas (desde infraestructura hasta energía) mantiene en ascuas a toda la dirigencia.
“Habrá que trabajar en construir esos lazos”, dijo el intendente Pablo Javkin. En ese sentido, los legisladores nacionales por Santa Fe de ese espacio aparece como una forma de tender puentes con la futura administración. Y la otra llave que tienen los gobiernos provincial y municipal está en los hombres y las mujeres de Juntos por el Cambio que terminen ingresando al gobierno libertario.
Que los empresarios que lideran de Mercado Libre (Marcos Galperín) y Globant (Martin Migoya), dos de las principales empresas tecnológicas argentinas que cotizan en Wall Street, marcan que sectores recibirán mejor el cambio.
También la agroindustria espera el cambio con mucho optimismo, ya que esperan que el maíz que están sembrando y la soja que empezarán a hacerlo en breve la cosecharán con un gobierno que les promete un dólar más competitivo, un tipo de cambio unificado y menos presión tributaria. Música para sus oídos.
Del otro lado, los que quedaron como perdedores del recambio de modelo económico que se viene, están la industria (apuntalada por el proteccionismo) y las constructoras de obra pública (que el nuevo gobierno pretende cambiar de sistema). En la industria todo es temor y angustia porque la historia les recuerda que los procesos de aperturas a las importaciones les provocaron ajustes y cierres.
No en vano, estos sectores que se habían manifestado a favor del candidato Massa, anoche no se habían pronunciado felicitando al presidente electo.
Hilando más fino, incluso, el triunfo de Milei fue un fuerte golpe para los empresarios acostumbrados a crecer en sus negocios gracias a medidas del gobierno, como licitaciones o prebendas arancelarias o fiscales.
Finalmente, también asoma otro sector que quedó muy complicado: la investigación científica, que -como en todas partes del mundo- sin financiamiento del Estado no puede prosperar en sus facetas iniciales, un sector que justo estaba en plena etapa de despegue.