Como cuenta este domingo el periodista David Narciso en su columna de análisis político en Rosario3, “la semana de Omar Perotti cerró con foto junto al intendente Pablo Javkin con el último aporte de 2020 para la alta complejidad de la Salud de la ciudad”.
Y agrega que “Perotti quiere hacer notar el aporte que hace la Provincia y que en todo caso se tenga en cuenta por si en el futuro surgen cuestionamientos en relación a los aportes que la ciudad perdió en materia de Obras Públicas”. Y por el lado de Javkin, cuenta que el intendente “le retribuyó el giro de fondos con un reproche público a Lifschitz y a Fein porque en 2019 gastaron por adelantado fondos de salud de 2020, privándolo de casi 900 millones de los 3.000 que aportó la provincia”, reproche que la ex intendenta le reprochó luego.
Ahora bien, la lectura económica del aporte de Perotti en Salud también muestra otra cara. Una faceta en la que el aporte podría no ser tan festejado por el intendente y tampoco inflarle tanto el pecho al gobernador. Y es que por un cambio de modalidad, definido cuando asumió Perotti la Salud púbica de Rosario se quedó sin percibir $1.300 M, casi el mismo monto de déficit que tuvo la Intendencia en 2018.
¿Cómo es la historia? Resulta que recién en 2009, con Hermes Binner en la Casa Gris, la Provincia empieza a realizar aportes presupuestarios a la Salud pública local, en principio financiando la alta complejidad y a los hospitales Heca y Vilela, aunque luego se fue extendiendo su alcance.
El mecanismo armado fue el siguiente: el monto del aporte se basa en la ejecución presupuestaria del año anterior del gasto en salud local. Entonces, cada 30 de abril, cuando es el cierre del ejercicio, se tiene el monto que se gastó el año anterior y eso es lo que aportará la Provincia en el año en curso pero como aporte correspondiente al gasto efectuado el año anterior. El esquema se instrumentó por decreto. Las razones por las que no se institucionalizó en una ley quedaron en el terreno del debate político. ¿No iba a pasar el filtro del Senado, con legisladores molestos por el gasto en Rosario? ¿O se buscó que quede como moneda de cambios en las negociaciones políticas? .
Como sea, el sistema funcionó razonablemente bien, sobre todo cuando la inflación era menor, incluso hasta que llegó al 30% anual. Pero hacia 2018, con la inflación al 50%, el aporte perdía poder adquisitivo porque los gastos en salud subían muy rápido porque al estar muchos insumos dolarizados y porque la cláusula gatillo para el pago de los salarios públicos también aumentaba la demanda de las partidas.
Durante todo 2018 se buscaron mecanismos que hagan más ágiles los pagos, incluso estudiando los mecanismos de Iapos, que actualiza a los prestadores durante el año en curso. Fue así que en 2019 se firma una adenda en la que se define que la actualización sea trimestral para que los aportes no pierden frente a la inflación.
Por ese cambio, Mónica Fein cobró en su último año de gestión 9 meses con actualización trimestral correspondiente al mismo 2019, quedando el último para cobrar por Javkin. Como Fein cobró actualizado es por eso que el intendente en la conferencia de prensa se quejó de los supuestos aportes extra que recibió la ex intendenta.
El tema es que esa adenda firmada por Miguel Lifschitz siendo gobernador sólo corrió para ese año. Cuando llegó a la gobernación Omar Perotti, fiel a su estilo de hacer caja, no renovó esa adenda por lo que se volvió inmediátamente al sistema anterior. Pero Javkin no solo no hizo público que haya protestado ni que haya pedido mantener el sistema de Lifschtiz y Fein pese a que las condiciones (alta inflación) estaban, sobre todo tras el estallido de la pandemia.
Pero no sólo se volvió a un sistema en el que el aporte con un año de retraso pierde gravitación por la inflación al 50%, sino que como no se cerró y presentó a la Provincia durante todo el año pasado el gasto total efectuado 2019, el aporte que hizo Perotti esta semana, con conferencia de prensa inclusive, se basó en la última rendición que se hizo que fue la correspondiente a 2018. Es más, lo que se firmó esta semana es la actualización 2019, por lo que se resolvió este enero de 2021 fue la actualización de 2019 luego de cobrar todo 2020 en base a los números de 2018.
Ahora bien, ¿de cuánto estamos hablando que se perdieron de ingresar las arcas locales? Según cifras internas de la administración municipal a los que tuvo acceso Rosario3, terminaron cobrando por 2020 unos $2.628 millones, cuando si hubiese estado vigente el sistema de Lifschtiz y Fein se hubiesen cobrado $3.996 millones, una diferencia de más de mil millones y que se equipara al déficit fiscal que tuvo la Intendencia en 2018. Mucha plata.