La vuelta al confinamiento total que anunció el jueves a la noche el presidente Alberto Fernández dispone que a partir del sábado se suspenda la actividad presencial en todos los comercios y servicios no esenciales. El cierre no alcanza a la industria alimenticia y a las producciones agrícolas y ganaderas. Tampoco a la logística portuaria vinculada a la salida de granos al exterior, al igual que ocurrió en la fase 1 del año pasado.
Con respecto al resto de la industria manufacturera, del anuncio presidencial se desprendió que todas las tareas tendrán que hacerse a distancia o pararse. No obstante, desde el Ministerio de la Producción de Santa Fe se comunicaron con altas autoridades nacionales del Ministerio de Desarrollo, quienes pidieron esperar a la salida del decreto presidencial porque no estaba todavía determinado si podía llegar a haber algún otro sector exceptuado.
En lo que hace a la construcción, según las consultas realizadas por las cámaras sectoriales, la obra pública seguirá activa, pero las privadas quedarían suspendida. No obstante, al igual que en el caso de la industria, están a la espera de las precisiones del decreto
Por el lado del comercio y los servicios, la situación está clara y salvo los esenciales (venta de alimentos y farmacias, por ejemplo) todos deberán bajar persianas y trabajar de manera virtual. Y es por eso que los primeros reclamos de asistencia salieron desde esos sectores. En concreto, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) reclamó un auxilio financiero, impositivo y previsional para evitar el colapso de las pymes.
"El gobierno deberá plantear un plan de contingencia con suspensiones de todos los cargos impositivos, financieros, patronales y restablecer la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)", especificó el presidente de Came, Gerardo Díaz Beltrán. El dirigente pidió también que los gobernadores adopten medidas especiales para evitar el cierre de más empresas.
"La supervivencia de las pymes se torna insostenible. Hay sectores terriblemente afectados que ya no tienen margen para reconvertirse ni mantener la actividad", sostuvo. "Desde hace más de un año se sostiene personal inactivo por ser considerado vulnerable al coronavirus, a eso se suma una drástica caída de las ventas (que en algunos rubros superó el 30% en la comparación interanual), el incremento de costos por la inflación y hasta la creación de nuevos impuestos, como la tasa "covid" que cobran algunos municipios", resaltó el dirigente.