El corredor de granos Sebastián Grimaldi, portador de uno de los apellidos históricos de mercado cerealista rosarino y cuya empresa defaulteó en diciembre de 2018 con un pasivo de mil millones de pesos, fue procesado por la Justicia federal de Córdoba como “jefe y organizador” de una asociación ilícita y también se le dictó la prisión preventiva.
El juez federal de Bell Ville, Sergio Pinto, también procesó a los socios de Sebastián Grimladi Eduardo Nannini y María de los Ángeles Cavallero y a dos ejecutivos del grupo empresario Araceli Nannini y Fernando Herrera por los supuestos delitos de asociación ilícita, defraudación y apropiación indebida de tributos. A Nelson Bertero, otro de los denunciados, se le dictó la "falta de mérito".
Sobre la prisión preventiva, recién se hará efectiva una vez quede firme la sentencia, que la defensa de Grimaldi ya anunció a Rosario3 que apelará a la Cámara Federal de Córdoba. Por la dinámica propia del proceso, la definición quedará para el año que viene, coinciden abogados de ambas partes en conflicto.
El default del grupo, que comprende el corretaje Sebastián Grimaldi SA y el acopio Leones Agropecuaria SRL, fue el primero de una tanda de caídas de operadores cerealistas, todos con base operativa en Rosario, que incluyó a Cereales del Sur, BLD, Guardati Torti y que tuvo su punto máximo en diciembre pasado con la explosión de la agroexportadora Vicentin.
En todos los casos, y más allá de las particularidades de cada uno, los productores no pudieron cobrar los granos que habían entregado atraídos por los mejores precios de venta y oportunidades de negocios que ofrecían estos operadores. Esas mejores condiciones comerciales las conseguían por maniobras financieras especulativas que hacían (en pesos con bonos) con el producido de la venta final de los granos que los productores le entregaron pero a los que les pagaban tiempo después. La inesperada y muy fuerte devaluación de 2018 dejó a los operadores con pesos en las manos pero compromisos de pagos dolarizados (los granos) y por eso empezaron a caer, derrapando primero los menos cubiertos y más expuestos, como fue el caso de Grimaldi.
Cuando cayó Grimaldi, el corredor responsabilizó al acopio del grupo, que era presidido por su socio en la corredora Eduardo Nannini (70%) y la contadora Cavallero (30%), quien era la socia gerente, y quien a su vez denunció penalmente a Grimaldi. El corredor sostiene que fue el acopio el que no pagó los granos comprados a los productores ya que el corretaje fue el intermerdiario, mientras que el acopio resalta que su función era meramente administrativa ya que las estrategias, las operaciones, los cobros y los retiros los definía Sebastián Grimaldi porque el acopio era parte de un grupo empresario que él comandaba. Y, precisamente, así también lo entendió el juez de Bell Ville.
Mientras que el acopio denunciaba en los tribunales de Córdoba y en la fiscalía de delitos económicos de Santa Fe a Sebastián Grimaldi y el corredor, por su parte, se presentaba en convocatoria de acreedores en Rosario, un grupo de productores denunció penalmente la maniobra ante el juez Pinto de Bell Ville. En mayo, a raíz de esa denuncia, la Policía Federal realizó unos 20 allanamientos en Santa Fe y en Córdoba Los procedimientos se realizaron en la sede de la firma y en varios domicilios particulares.
El juez Pinto, por el momento, concluyó que los denunciados habrían actuado en grupo, con un importante grado de permanencia en el tiempo y funcionando coordinadamente, utilizando a las empresas "Leones Agropecuaria SRL" y "Sebastián Grimaldi SA" para realizar una serie de actividades delictivas, a partir de la captación de gran volumen de cereales/oleaginosas de diversos productores y su venta inmediata a través de la empresa "Leones Agropecuaria SRL" que funcionaba como remitente comercial y con la intermediación de "Sebastián Grimaldi SA".
Ese esquema les permitía, interpretó, hacerse del dinero y desviarlo de las empresas -provocando su vaciamiento-, a la vez que también evitaban a los productores que no podían cobrar ni recuperar el cereal entregado en depósito. Para el magistrado, los imputados sustrajeron montos que debían ser ingresados a las arcas del fisco nacional en concepto de retenciones por el IVA y Ganancias, produciéndose así la apropiación indebida de tributos, entre otros ilícitos que aún se están dilucidando.
La defensa
Consultado por Rosario3, el abogado de Grimaldi, Oscar Romera, calificó a la causa de “muy endeble”. Según dijo, la denuncia fue presentada por un supuesto grupo de acreedores que al final no verificó créditos en la convocatoria y la Justicia Federal está investigando delitos no federales, como administración fraudulenta.
“Por eso cuando planteamos la incompetencia de la Justicia federal, recurrieron sin mucho sustento a la ley penal económica y ahora basándose en deudas con Afip de Leones Agropecuaria, imputan por lavado a Sebastián Grimaldi cuando no es socio del acopio y además eso sería responsabilidad de la gerenta Cavallero”, dijo Romera.
Según el abogado, “la causa es una vergüenza y se podía entender en el marco de presiones contra Grimaldi para que pague, pero que ahora se pasaron ciertos límites”. Y es por eso que dijo que, además de apelar en Cámara, analizan denunciar al juez ante el Consejo de la Magistratura. Romera descuenta que “cuando llegue a la Cámara de Apelaciones de Córdoba la causa se va a emprolijar porque está repleta de nulidades".