Las empresas agroexportadoras, reunidas en el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), le pidieron al Ministerio de Agricultura de la Nación que invite a representantes de los productores agropecuarios a las negociaciones técnicas que se retomarán el martes para intentar solucionar el conflicto por el maíz.
Los exportadores de granos resaltan que no tuvieron nada que ver con el comunicado oficial del domingo a la medianoche (justo cuando arrancaba el paro por tres días del agro en rechazo al cierre de exportaciones de maíz) en el que se anunció una reapertura parcial de los despachos de enero y febrero.
Es más, lo calificaron de “unilateral” e “inconsulto” y también aclararon que no hay ningún compromiso firmado hacia adentro de la cadena pese a que Agricultura anunció anoche por escrito que “se alcanzaron acuerdos entre los distintos actores en el que se verifica el compromiso de los oferentes de garantizar el abastecimiento del mercado con fluidez hasta el empalme con la campaña 20/21, compromiso que fue aceptado por los sectores demandantes”.
En rigor, hacia el fin de semana los exportadores y los consumidores mayoristas de maíz (polleros, granjas de cerdo, feedlots, etc) estaban –en diálogo con Agricultura- avanzando en un paquete de medidas técnicas que garanticen el abastecimiento a precio competitivo de maíz.
El tema generó preocupación en el gobierno,luego de que –sobre todo los polleros- se quejaran de la dificultad para conseguir el grano. El problema es que el maíz disponible –que no falta porque hay más de 10 millones de toneladas de stock cuando la demanda es mucho menor- no llega con facilidad a muchas de estas cadenas por las poco ventajosas condiciones de pago que ofrecen, sobre todo los polleros.
Las medidas, entonces, que se estaban analizando eran varias como: financiamiento para la compra en mercados de futuro, un fondo anticíclico con parte de la recaudación por retenciones para subsidiar el precio, y la reducción de impuestos para las empresas elaboradoras de alimentos por los meses que quedan para el empalme con la nueva cosecha de maíz en marzo. Las negociaciones eran con los exportadores porque más de la mitad del maíz de la campaña que no fue consumido ni exportado está en sus manos.
Lo cierto es que el ministro de Agricultura, Luis Basterra, recibió con entusiasmo las medidas en danza y también el nivel de entendimiento que se estaba gestando y fue a consultar a la Casa Rosada. Los agroindustriales no supieron nada más del tema, pese a tener los teléfonos abiertos. Pero el domingo, apenas antes de emitir el comunicado, Basterra llamó a referentes del Consejo para anticipar el comunicado unilateral con el que intentaría desactivar el paro por iniciarse.
El tema es que el momento elegido pareció más una provocación, pero además como la reapertura exportadora fue parcial (se dispuso un cupo diario de 30.000 toneladas), el comunicado lejos estuvo de atemperar el estado de ánimo del campo. Todo lo contrario, primero los autoconvocados y luego la Mesa de Enlace ratificaron el paro por tres días a partir del lunes. También pareció destinado por el gobierno a incentivar las divisiones en el agro tratando de enfrentar a industrias y consumidores mayoristas con los productores de base que estában alistándose para salir a las rutas
Y es que, interpretan, que el cupo significa que las restricciones siguen vigentes y aseguran que esas regulaciones (sin exportación se reducen los demandante) se traducen en una baja en el precio que reciben por el grano. Pero además lo interpretan como una señal de que se vendrán restricciones para exportar trigo, porque en ese caso sí la cosecha no fue buena.
Es más, con el transcurso del lunes más entidades de base empezaron a enviar comunicados muy críticos contra el gobierno y sus anuncios de trasnoche, mostrando la elevada temperatura de los chacareros.
Por el lado de los exportadores, aseguran que es ínfima la cantidad habilitada diaria para exportar cuando maíz sobra.
A 30 mil toneladas diarias se podría inferir que en enero se podría exportar 600 mil toneladas y en febrero y 840 mil en febrero del maíz “viejo” cuando quedan 10 millones en stock. Para tener una idea, en 2019 se exportó en enero 1.033.000 toneladas y en febrero, unas 1.298.000 toneladas; acumulando un total en ambos meses de 2.331.000 toneladas. Y con respecto a las declaraciones juradas de exportación en enero y febrero de 2019 de maíz viejo fueron de 930.000 toneladas, mientras que enero y febrero de 2018 fueron d. 2.550.000 toneladas.
Con todo, los exportadores estuvieron este lunes buscando información sobre cómo se instrumentaría, en base a qué criterios se distribuiría entre empresas y quién sería el responsable de girar las habilitaciones. Es que el anuncio del cupo (reapertura parcial) careció de todas esas precisiones.
Además, tanto en Ciara-Cec, que reúne a los traders de cerealers, como en el CAA siguieron hoy preparando las propuestas para negociar con las cadenas consumidoras (polleros, granjas de cerdo, etc) en la reunión acordada para el martes a la tarde junto con los funcionarios de Agricultura. Y fue ahí que pidieron que se sumen a los productores a la mesa de conversaciones. Habrá que ver si el ala K del gobierno les habilita esos asientos.
Este lunes también fue una jornada muy activa de conversaciones hacia el interior de los sectores comerciales (Bolsas, corredores, acopios) en busca de aportar ideas para destrabar el conflicto. Como dato, el CAA sumó hoy a muchas entidades a las mesas de trigo y maiz. Pero este lunes no sólo se habló de maíz, sino también de trigo. Y es que la preocupación en el mercado es lo que pueda ocurrir con las exportaciones del cereal a mediados del año, cuando se empiece a terminar el stock de la mala cosecha actual. Precisamente, mañana a las 11 la Mesa de Maíz volverá a reunirse para tratar de cerrar alguna propuesta para llevar a la reunión de la tarde con Agricultura y las cadenas consumidoras (polleros, cerdos, etc).
A todo esto, el paro comercial del campo se sintió pero tampoco fue contundente. Según Agroentregas, empresa líder regional en entrega de granos, ingresaron a los puertos cerealeros del gran Rosario 1.680 camiones, una cifra similar a la registrada los lunes de enero de 2020.
No obstante, por los cupos de descarga asignados previamente por los puertos y viendo cómo venía avanzando el ingreso de camiones en las terminales en los últimos días, se esperaban para este lunes que ingresen unos 2.800 camiones. Esa reducción de unos 1.000 camiones fue interpretada como señal de acatamiento a la huelga. También pesó que, si bien no hay cortes de rutas, muchos productores prefirieron no enviar camiones para no quedar marcados por no acompañar el reclamo de sus pares. Hay que aclarar, que enero no es un mes comercialmente activo en venta de granos ya que el grueso del trabajo en el campo es estacionalmente por estas fechas tranqueras adentro.
Finalmente, el paro se sintió también en las operaciones de compra-venta de maíz en Bolsa. Prácticamente, no hubo ofertas por el maíz viejo y tampoco llegaron´órdenes de venta. Sí se registraron en la plaza rosarina ventas de maíz para mayo. Tambien hay que aclarar que estacionalmente no se trata de un período en el que se vende mucho maiz viejo, ya que más de la mitad del stock ("existencias", en la jerga") ya está en los silos de los exportadores.