La empresa Puma Argentina cerró definitivamente la planta de producción de calzado que tenía en la localidad riojana de Chilecito y despidió a unos 40 trabajadores. Los directivos de la compañía alcanzaron un acuerdo con la Secretaría de Trabajo riojana y el gremio, por lo que los empleados cobrarán en los próximos días el 100% de sus indemnizaciones, y posteriormente un 20% extra en concepto de gratificación.
"Puma Argentina se ha visto obligada a tomar esta decisión, motivada por los cambios tecnológicos en la producción de capelladas, con la finalidad de mejorar la eficiencia en los procesos productivos, para garantizar la continuidad del negocio y asegurar los puestos de trabajo de las más de 800 personas que continúan trabajando en las plantas de la empresa, el edificio corporativo y las tiendas propias", explicó la empresa en un comunicado.
Sin embargo, la compañía confirmó su compromiso con la industria nacional y comercialización de sus productos a través de sus otras dos plantas en La Rioja y sus 30 locales propios. Y destacaron que del total del volumen de calzado vendido por la marca en Argentina, el 60% es de producción local. Su fábrica de ensamble produce aproximadamente 1,3 millones de pares de zapatillas al año.
Puma Argentina se ha visto obligada a tomar esta decisión, motivada por los cambios tecnológicos en la producción de capelladas, con la finalidad de mejorar la eficiencia en los procesos productivos, para garantizar la continuidad del negocio y asegurar los puestos de trabajo de las más de 800 personas que continúan trabajando en las plantas de la empresa (comunicado de la empresa)
El plan de reestructuración de Puma en la Argentina comenzó en junio de 2017 cuando despidió a 180 empleados de sus plantas del interior riojano en las ciudades de Chamical y Chilecito. Anteriormente, la empresa había realizad un ajuste en su plantel en la planta de la localidad de Sanagasta.
Durante el año pasado, según datos de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), hubo un 30% menos de producción de calzado con respecto a 2017. La caída en el consumo que afectó a varias empresas trajo como consecuencia la pérdida de 600 puestos de trabajo.