Omar: Hola. Tengo a mi hijo con el tema de la caja de seguridad ¿Cómo lo ves?
Sergio: Y si vos no tenes nada raro adentro, yo te diría que le metas para adelante que le hagas un pedido al fiscal.
Omar: Sí, pero el tema es la plata.
Sergio: ¿Y qué origen tiene?
Omar: Qué se yo
Sergio: ¿Es mucha?
Omar: Son doscientos mil más o menos, verdes. Pero el fiscal no tendría porque meterse con cosas que no corresponden a la causa.
Sergio: Y sí, porque es fiscal y porque el lavado es delito de orden público; y si vos no tenés respaldo de esa guita lamentablemente te tengo que decir que te la van a secuestrar.
Omar: ¿Y qué respaldo podría tener?
Sergio: Un contrato de compra venta por el supuesto precio que vos cobraste o una seña que vos recibiste.
Omar: ¿Y podría ser por ejemplo una certificación contable de fondos de la empresa?
Sergio: Eso no acredita el origen. Tiene que haber algo en blanco. Tendrías que tener algún documento que respalde en fecha cercana al último acceso a la caja el ingreso de los fondos. Si vos entraste por última vez, ponele el 20 de noviembre, el 15 de noviembre tendrías que tener algo que acredite por lo menos parcialmente la existencia de esos fondos ahí, como para que cuando te pregunten vos puedas decir: bueno yo los cobré en tal operación, fui a los tres días a la caja y los deposité ahí por tema de seguridad.
Omar es Omar Scarel, quien hoy es presidente de Vicentín y para el momento del default de la agroexportadora era el síndico de la empresa. Y su interlocutor es Sergio Pavicich, un abogado. La escucha figura entre los argumentos a los que recurrió el fiscal Miguel Moreno en la imputación por estafa que esta semana le impuso a los 14 ejecutivos que estaban al mando cuando la empresa cayó en 2019.
La conversación ocurrió en diciembre del 2020, luego de un allanamiento en el marco de la investigación penal contra Vicentín que, entre otras cosas, arrojó como saldo la interdicción de una caja fuerte de la familia Scarel. Y ante el temor de que las autoridades la abran y encuentren los 200 mil dólares aparentemente flojos de papeles, durante la grabación se escucha el pedido de Scarel por asesoramiento de cómo poder lograr encontrar una justificación legal a ese monto que, según reconoció, no sabe el origen.
Y si la conversación es jugosa, el final es para alquilar balcones porque involucra ni más ni menos que a quien fuera titular regional de la Afip, Carlos Vaudagna. Pero sigamos con la conversación entre Scarel (a quien cuando en 2020 asumió la presidencia de Vicentín lo presentaron como “la renovación” del directorio) y el abogado.
"Better call Saul"
Omar: Pero Sergio, te explico una cosa: la caja de mi hijo, es de una sociedad.
Sergio: Tendría que tener la sociedad una venta de una operación. Es una sociedad inmobiliaria, según me dijo Jorge.
Omar: Una inmobiliaria. Lo que yo digo: le consigo una certificación contable con un importe de la sociedad de 200.000 dólares y que por eso está depositada en esa caja de seguridad.
Sergio: Ahí el contador lo que hace es certificar un papelito, pero en realidad lo que se necesita es un acto jurídico, un contrato compra venta o una reserva, o una venta de un campo.
Omar: Bueno, podríamos decir cómo se originó el saldo en la caja. Porque en realidad a ver vos en una organización acá yo tengo plata en la caja que es el giro normal ordinario de la compañía. Yo digo, bueno voy y la pongo en una caja de seguridad, ponele que sea Vicentín el titular de la caja, no es así porque acá nosotros tenemos bóvedas. Pero suponete que tenés otro boliche, ponele Nardelli SRL, la sociedad del otro síndico suplente, que para no tener el efectivo en la caja lo tiene en una caja de seguridad.
Sergio: Está bien. ¿Y eso de donde surge?
Omar: Del giro normal de la compañía.
Sergio: Bueno pero ese giro tendría que tener ingreso de dólares respaldados por operaciones. Vos no podes decir que eso responde al giro, es una ambigüedad, el giro normal y ordinario. Tendría que haber un cobro.
Omar: Claro si, si un cobro, un préstamo lo que fuere si, si.
Sergio: Un préstamo, tal cual.
Omar: ¿Yo podría tener en la caja de seguridad, en la caja de la compañía dólares de gente que me lo dio o por reserva o que me la prestó o por lo que puta fuere?
Sergio: Si fuera que te la prestaron tenés que tener un mutuo primero. Si es por una reserva tiene que haber recibo firmado por el que te entregó y ese que te entregó debería tener una capacidad financiera o económica, mejor dicho suficiente, como para poder comprar esos dólares.
Omar: ¿Si o si tiene que tener dólares declarados al 31 de octubre del 2017 o de diciembre de 2019?
Sergio: Exacto
Omar: Suponete que te digo, por decirte algo, Maxi Padoán, que no va ser porque Maxi es un quilombo y me lo van a embargar si aparece como saldo de esa cuenta, pero él podría haber depositado en la caja, digo me podría haber dado 100.000 dólares en enero del año pasado.
Sergio: No conviene que sea un director de Vicentín.
Omar: No, no, pero te estoy dando un ejemplo, porque me acordé de Maxi por decirte algo.
Aparece Vaudagna
La conversación se extiende ya que se analizan muchas formas de poder justificar el origen del dinero. ¿Qué ocurrió al final? El fiscal Miguel Moreno informó que apareció un certificado firmado por Carlos Vaudagna afirmando que el dinero era suyo y que lo había dejado como parte de operaciones con Remax, la franquicia de la inmobiliaria que tenía el hijo de Scarel.
¿Y quién es Vaudagna? Durante muchos años fue el titular de delegación Santa Fe de la Afip, cubriendo el centro norte provincial con, obviamente, jurisdicción en Avellaneda adonde está la sede de Vicentín. Y con Mauricio Macri ya en el poder en 2016 fue enviado como director titular de la Región Rosario de la Afip, cargo que ocupó hasta principios de 2020.
El inicio de su gestión en Rosario fue muy recordado porque apenas asumió aplicó órdenes que vinieron de casa central de Afip para correr (¿por kichneristas?) a funcionarios que venían investigando empresas que comercializaban granos en negro que, por alguna razón, siempre terminaban descargándose en la planta de Ricardone de Vicentín.
En rigor, la aceitera logró siempre mantenerse al margen porque ellos compraban el cereal a un intermediario (acopio) registrado y en regla con Afip, que es su obligación como comprador, quedándole el problema al vendedor que no podía demostrar cómo y a quién le había comprado el cereal que luego despachaba para Vicentín.
“Si un síndico de Vicentín tiene la influencia para recurrir a un ex director regional de la Afip para que le justifique la escasa suma de 200 mil dólares que Scarel no podía justificar, mejor no imaginar las otras cosas que pueden haber hecho o estar haciendo para entorpecer el proceso”, disparó Viviana Cosetino, abogada de uno de los querellantes en la causa penal (Commoditie SA, del grupo Grassi) tras escuchar la transcripción de la escucha.
El turno de la defensa
Al ser consultado en Radio 2 sobre este incidente, el abogado defensor de Vicentín, Jorge Ihlarrescondo, calificó a la presentación como “otra irregularidad” del expediente armado por el fiscal Moreno, de quien dijo tiene un gran respeto como profesional.
“Lo que hizo fue efectista, pero no efectivo. Sirvió para generar esta polémica, pero no para justificar el pedido de detención preventiva que presentó contra Scarel, y que por eso el juez lo rechazó”, resaltó el letrado.
Ihlarrescondo acaró que no tiene la representación legal de Scarel, pero igual no esquivó la pregunta sobre el incidente de la caja fuerte. “Habrá un descargo, habrá un planteo, pero esa es una causa ajena al caso Vicentín”, sostuvo. “El hecho es que Vaudagna puede justificar ese dinero. Y tenía un contrato con Remax que fue registrado contablemente”, dijo.
Y al ser consultado sobre las grabaciones que mostraban a Scarel buscando cómo justificar el dinero, respondió: “Es una irregularidad que se ventilen conversaciones entre un abogado y su cliente, es una conversación que está sujeta a privacidad”.