El Centro de Economía Política (Cepa) midió la evolución de precios de la carne durante la pandemia 2020/2021 y reflejó en un informe que después de subas de hasta un 20% mensual, el incremento se detuvo.
En el año 2020, se observaron incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%) y con un pico en diciembre (20,2%).
En lo que de este año, enero, marzo y junio tuvieron subas de 6,3% 7,3% y 7,9%, respectivamente. Pero en julio, posterior a las restricciones a la exportación de algunos cortes y el reordenamiento del mercado, se cortó la fuerte dinámica alcista: hubo en promedio una caída de 1,0%.
En términos interanuales, es decir respecto a julio 2020, la variación de precios nominales de la carne (+85,3%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+50,2% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales.
A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (91,1%), vacío (94,2%) y matambre (87,5%). En estos casos observamos incrementos muy por encima de la inflación del periodo.
"Para el análisis de la evolución de los precios de la carne, se utilizaron los precios promedio mensuales relevados por el Instituto de la Carne Vacuna (IPCVA), de cortes seleccionados de carne vacuna y se ponderó en base a la canasta de consumo de la población desarrollada en el Estudio de Usos y Actitudes sobre el consumo de Carne Vacuna en Argentina (IPCVA)”, explicó Cepa.
El trabajo también analiza "las razones de los aumentos de la carne vacuna durante la pandemia" y "las medidas implementadas por el Gobierno Nacional", entre ellas el acuerdo de precios para cortes populares, la limitación temporanl de las exportaciones, además de créditos y controles.