Los fabricantes argentinos de biocombustibles terminaron el martes una larga jornada de reuniones en el Congreso, lobby que seguirá hoy, convencidos de que tienen los votos necesarios para frenar la desregulación del mercado que propone el gobierno nacional, pero también seguros de que el resultado está abierto porque la disputa por la “ley ómnibus” se definirá por razones que exceden los temas particulares.
Según contabilizan, casi la totalidad de los legisladores santafesinos votarán en contra (con excepción de Alejandro Bongiovanni, poroteaban) de los cambios propuestos, escenario que se repite al contabilizar los votos de Córdoba, Entre Ríos, Tucumán y Buenos Aires.
Y no menor es que los fabricantes argentinos también recogieron fuertes críticas al proyecto de ley en general (y al tema del biocombustible en particular) del diputado Miguel Ángel Pichetto, quien preside un bloque de 23 legisladores.
El punto fundamental del proyecto oficial es terminar con el sistema de cupos y precios regulados con el que el Estado le garantiza a las empresas argentinas no integradas a aceiteras la exclusividad de venta a las petroleras para el corte obligatorio. Por el contrario, las grandes fábricas (de capital internacional e integradas a las aceiteras) pugnan para que se desregule para así poder competir por la demanda de las petroleras asegurando que pueden ofrecer mejor precio y calidad, y por eso festejaban la desregulación que se impulsa.
Como el proyecto de ley recibió fuertes críticas de las provincias, con la provincia de Santa Fe a la cabeza, y ante el rechazo en el Congreso, anoche el gobierno envió una versión modificada del articulado sobre el bio.
Un cambio importante es que sostiene el corte actual, y habilita nueva subas, cuando la ley original lo dejaba sin efecto. Pero a fin de cuentas, no cambia el tema central: insiste con que las multis y las nacionales puedan competir libremente. Y es por eso que el lobby de las fábricas nacionales seguirá activo hoy con legisladores nacionales.
Las empresas de biodiesel no integradas fueron por más y propusieron que se suba el corte (del 7.5% actual al 10%), y cuyo abastecimiento sea exclusivo de las argentinas, dejando a partir de ese nivel la libre competencia, propuesta que genera el total rechazo de las grandes.
Los dirigentes empresarios que están en el lobby (tanto a favor o en contra de las desregulaciones puntales) notaron que en los bloques supuestamente aliados al oficialismo, hay mucha molestia con el tratamiento que están sintiendo por parte del Poder Ejecutivo.
Con todo, los empresarios en disputa -de uno y otro lado del mostrador- terminaron la jornada de lobby ayer convencidos de que la definición sobre la ley de ómnibus no se dirime en la discusión caso por caso y apuntan a los acuerdos por financiamiento (coparticipación, Ganancias, obra pública, etc.) que se alcancen entre Nación y provincias.
"Hay mesas de discusiones en el Congreso y otras que no se hacen en el Congreso y de la que nostros no participamos. Y es cierto que hay legisladores que hacen mejores cambios de frente que Riquelme", le dijo a Radio2, el diputado Eduardo Tonioli.
Así que más allá de las declaraciones en las picantes reuniones de comisiones, nadie baja la guardia porque en la redacción final del dictamen que habilita el tratamiento en el recinto tallan otros intereses más fuertes. Por eso, el resultado de la batalla por los biocombustibles sigue abierto.