“Mera Compra”. Así se conoce al cargo impositivo extra sobre el impuesto a los Ingresos Brutos que en Córdoba le cobran a una empresa de otra provincia cuando compra productos agropecuarios, forestales, frutos y minerales producidos en la docta para venderlos o industrializarlos fuera del territorio cordobés.
Como las empresas cordobesas no tienen que pagarlo, el impuesto a la “mera compra” supone una ventaja para, por ejemplo, aceiteras y frigoríficos cordobeses, que se abastecen de granos y hacienda de su provincia frente al costo extra que tienen que afrontar sus pares santafesinos que también tienen proveedores de la docta
Luego de que años atrás Córdoba desistiera de cobrarlo, ahora se lo volvió a activar en una reciente modificación del Código Tributario. Y si bien, ante las quejas de empresarios, el gobierno lo puso en un stand by momentáneo, no lo desactivó, y por eso crece la preocupación entre acopiadores y frigoríficos de que lo empiecen a cobrar habida cuenta de la caída de la recaudación tributaria por el bajón económico.
No en vano, la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe le envió una carta al ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, para que -en el marco de la Región Centro- se tomen cartas en el asunto. Y habrá que ver si en la reunión que las tres provincias tendrán este viernes en la Bolsa de Comercio de Rosario, el tema entra en agenda formal.
“Cabe remarcar que este impuesto no solo perjudica a los frigoríficos radicados en la provincia de Santa Fe, sino que también a todas las actividades económicas que comercialicen con dicha provincia. Como ejemplo de nuestra actividad, un productor de la provincia de Córdoba vende su hacienda a un intermediario de la provincia de Santa Fe, quedaría alcanzado por la aplicación de la “mera Compra”, donde meses atrás por esta operatoria no tributaba dicho impuesto”, dice la carta que recibió el ministro santafesino y fue firmada por Sebastián Bendayán Breser, directivo de la entidad empresaria.
El tema no es menor para las finanzas de las industrias, ya que un porcentaje importante del ganado que se faena en los establecimientos de Sana Fe es oriundo de la provincia vecina.
Y la situación se complica. “Recientemente, para complementar y asegurar el cobro de este impuesto, Córdoba incorpora un régimen de percepción del impuesto sobre los ingresos brutos por operaciones de mera compra de productos agropecuarios, forestales, frutos del país y minerales para industrializarlos o venderlos fuera de la jurisdicción, donde intervengan intermediarios (Comisionistas, Rematadores, Consignatarios, Cooperativas o similares), efectuadas a los productores primarios exentos radicados en la Provincia de Córdoba”, agrega la cámara frigorífica.
En la práctica, a los agentes de percepción nominados por la Dirección General de Rentas se le aplica la alícuota del 0,35 % a fin de determinar el monto de la percepción. Y para aquellos casos que el comprador no se encuentre inscripto en Ingresos Brutos en la jurisdicción Córdoba corresponderá aplicar la alícuota del 0,75 %.
Según recuerdan los frigoríficos santafesinos, en 2022 el Ministerio de Finanzas de Córdoba eximió del Impuesto sobre los Ingresos Brutos a la “mera compra” de productos agropecuarios, forestales y minerales. Es decir, se dejó de aplicar el tributo a los contribuyentes radicados fuera de Córdoba que compran esos productos dentro del territorio provincial.
“Dicha medida se tomó atento el grave perjuicio que trasladaba al sector. Dado que es un impuesto trasladable, además de generar mucha conflictividad, la aplicación de la “mera compra” reduce el precio que perciben los productores cordobeses y genera que abonen el impuesto sobre los Ingresos Brutos cuando esa actividad se encuentra exenta”, destaca la carta.
Pero en 2024, el gobierno cordobés decidió restaurar la grababilidad de la mera compra de productos agropecuarios con Ingresos Brutos. “Y si bien esto a prima facie significa un incremento de la recaudación fiscal y, un encarecimiento de productos agropecuarios de los productores de Córdoba frente al resto del país, la decisión del Gobierno provincial de gravar a la “mera compra” tiene impactos altamente negativos y es una medida que perjudica a un sector muy importante de la economía de Santa Fe, porque registra una distorsión en los precios de los productos agropecuarios y un mayor costo deben pagar los industriales santafesinos por la absorción del impuesto; lo que conlleva un aumento del precio de los productos para comercializar en nuestra provincia, lo que ocasiona, menor competitividad”, alertan los industriales.
Es más, según cuentan, que en la actualidad los frigoríficos están recibiendo intimaciones e inspecciones donde se realizan determinaciones en base a los movimientos de compra de hacienda.
En Santa Fe, los Ingresos Brutos generados por la actividad primaria gozan de la estabilidad fiscal y, por lo tanto, no verán incrementada su carga tributaria, y seguirán con el tratamiento del año 2017, es decir exentos, por tanto, dicha actividad primaria se encuentra exenta del pago de Ingresos Brutos.
“En resumen, la necesidad de fondos de la provincia se traslada al productor agropecuario con un incremento de sus costos de comercialización, esto está generando un perjuicio muy grave al sector de los intermediarios, como los remates, que deben incluir en su liquidación el impuesto sobre los ingresos brutos. La mera compra estaría distorsionando el impuesto y se constituye “una retención a las exportaciones a otra provincia”. Esto es, a la venta de productos primarios por parte de un productor cordobés a cualquier otra jurisdicción, sumándose así a los derechos de exportación que aplica el Gobierno nacional”, insisten los frigoríficos.