El Ministerio de Salud de la Nación denunció presiones de los laboratorios que supuestamente buscan lanzar una campaña masiva y gratuita de vacunación contra el dengue y aseguró que la vacuna todavía “no está validada” para aplicar a la población.

Aunque ya se contabilizaron más de 180 mil casos de dengue en todo el país y la epidemia es “más de seis veces maor que en 2023”, de acuerdo a las cifras brindadas por la misma cartera sanitaria, el Gobierno ratificó que no incluirá la vacuna en el calendario nacional.

“Desde el Gobierno Nacional, no se avalará que la política o los medios de comunicación sumen miedo y confusión, y se seguirá avanzando con la convicción de preservar la salud de la población. Instamos a las empresas vinculadas con la producción de vacunas a evitar presiones que pretenden apresurar decisiones que pueden poner en riesgo a los argentinos”, dice el comunicado del Ministerio a cargo de Mario Russo, quien rompió el silencio y dio entrevistas este martes.

El comunicado agrega que “con el objetivo de llevar claridad a la población, el Ministerio de Salud de la Nación, en su rol de organismo rector encargado de definir una estrategia de inmunización como política de Salud Pública, destaca que dicha decisión conlleva una enorme responsabilidad y no puede quedar sometida al interés de determinados sectores que desinforman y generan preocupación”.

La argumentación del Ministerio de Salud

 

El Ministerio se remonta un año atrás y asegura: “La Anmat aprobó la seguridad de la vacuna Qdenga en abril de 2023, pero desde aquel momento ni el gobierno anterior, ni los infectólogos, ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirla en el calendario nacional de vacunación. La vacuna continúa siendo sometida a estudios para establecer su efectividad según el rango etario y regiones endémicas. En este proceso, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aún no la autorizó”.

Sigue: “En el mismo sentido, la mencionada vacuna no es una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote, tal como lo ha expresado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un reciente informe presentado sobre la situación del dengue en la región”.

Luego recuerda que, en otro contexto completamente diferente, “hubo otro intento de producir una vacuna contra el dengue que se conoció como Dengvaxia, una vacuna hecha con microbios vivos debilitados (atenuados), que pretendió ser una solución pero que no obtuvo los resultados esperados”.

De esa manera, concluye que “por todo lo expuesto que la tarea de evaluación, que lidera el Ministerio, continuará llevándose a cabo con seriedad y compromiso sanitario, sin darle lugar a aquellos que buscan el desarrollo de negocios en detrimento de la salud de los argentinos”.

Por último afirma que “el objetivo es recolectar la evidencia suficiente, junto a la Comisión Nacional de Inmunizaciones y la OPS, que permita determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo”.

Según el Gobierno, “con esta premisa, se continuará el combate contra el dengue, basado en la evidencia científica y no en las operaciones de prensa, manteniendo contacto permanente con todos los ministros de salud de las 24 jurisdicciones, dejando de lado cualquier diferencia partidaria. Las políticas implementadas hasta el momento han tenido el consenso de todas las autoridades sanitarias del país”.