La Justicia federal abrió un expediente por drogas a partir de líneas investigativas que se desprendieron del crimen del barrabrava de Newell’s Nelson “Chivo” Saravia, cometido hace dos años. Entre el viernes y el sábado personal de Gendarmería Nacional allanó 21 domicilios en Rosario, Buenos Aires, Misiones y Corrientes, a lo que se sumaron requisas en cárceles. Tal como ocurrió en la causa provincial por el homicidio, apareció la marca delictiva Monos detrás del presunto tráfico de estupefacientes. El Ministerio de Seguridad de la Nación bautizó el operativo como “Operación Romaní”, ya que varias de las personas investigadas serían de la comunidad gitana del sur de Rosario.

Por el hermetismo que rodea la causa habrá que esperar a la audiencia en la Justicia Federal esta semana para conocer los detalles finos de la investigación de la causa narco a cargo de la Procunar y la Fiscalía Federal N° 2. Lo cierto es que si bien en un principio voceros del Ministerio de Seguridad destacaron el arresto de 15 personas, los imputados formalmente serían menos de la mitad.

Según trascendió, en Rosario Gendarmería allanó domicilios en Savio al 2000; Lamadrid y Alvear y Vera Mujica al 2700 y 3000. Dos de los allanamientos fueron en Corrientes, dos en Misiones y uno en la provincia de Buenos Aires. Los investigados serían “segundas y terceras líneas de los Monos que lavaban plata, hacían logística y «trabajos sucios» ordenados desde la cárcel”, a decir de voceros de la fuerza.

Según información oficial en los allanamientos de la “Operación Romaní” personal de GNA secuestró armas (entre las que se cuentan un fusil y un revólver) de las que no se especificó si contaban con documentación legal; municiones de distintos calibres. Poco más de 350 gramos de marihuana; 600 ampollas de lidocaína, 6 millones de pesos, 673 dólares, 250 euros, 34 reales y 2 mil guaraníes, además de 50 gramos de oro, seis vehículos y dispositivos electrónicos.

“La identificación de la red criminal, compuesta en sus inicios por personas de origen gitano, se dio como consecuencia del asesinato de un barra brava en su domicilio”, dice la versión de los voceros de prensa del Ministerio de Nación. El barra no sería otro que Chivo Saravia, quien fue acribillado frente a sus familiares en su casa de San Nicolás al 3700 en octubre de 2021 por un grupo comando. Esa causa está en manos de la Fiscalía provincial de Delitos Complejos y tiene media docena de imputados, entre ellos el alfil Guillermo “Chupa” Sosa, todos ligados a la facción de los monos de Leandro “Pollo” Vinardi y Carlos “Toro” Escobar, los principales laderos del cabecilla Ariel “Guille” Cantero.