Inmersa en papeles, observando al detalle mi agenda inseparable, apenas saludé a mi amigo cuando abordé su taxi. Pero él, sabedor de que siempre julio es un mes de intenso trabajo para nuestro grupo, no titubeó en encararme.


 —Otra vez se acerca el 28 de julio, otra vez la campaña por el Día Mundial de la Hepatitis, ¿verdad doña?
—Así es, discúlpeme, tengo una entrevista muy importante en la que quiero aclarar muchas cosas, hay gente que es muy indiferente al tema de las hepatitis, y por eso se pierden tantas vidas. 
—Sí ya leí que este año tienen un eslogan de campaña: “El problema no es la enfermedad, el problema es no saber”. Cuénteme ¿qué quieren decir con eso?
—Sencillo. Bueno, sencillo para usted que me viene siguiendo desde tantos años. Pero la gente no sabe. Mire, el año pasado entraron al país, las drogas que curan la Hepatitis C en un 98 a 100%, ¿verdad? Bien. Con esas posibilidades de cura ¿por qué no están en tratamiento todas las personas enfermas?
—¿Me deja contestar a mí? De tanto llevarla para todos lados, uno va aprendiendo. Porque NO SABEN que tienen hepatitis, porque no tienen síntomas y creen estar sanos y nadie les pide que se hagan la… ¿cómo se llama?
—La detección, o se. la prueba de Hepatitis B y C.
—Eso. Usted ya sabe que la patrona, los chicos y yo, nos hicimos la prueba y gracias a Dios, nos dio negativo. Y como usted dijo la hicimos en un análisis común que nos pidió el médico. Un pinchacito y todos felices, porque nos dio negativo. Nos vacunamos todos para la B y listo.
—Eso es bueno, pero supongamo. que alguno le hubiera dado positivo la C. Ya no es grave como antes, porque ahora tiene cura.
—Me acuerdo, usted fue una de las primeras que se curó en Rosario. Y después se siguieron curando muchísimas personas. Yo acá en el taxi hablo con mucha gente. ¡Viera cuántos enfermos encontré! Y el que no estaba en tratamiento, se había curado. ¿La verdad? Es una alegría. Al menos un enemigo menos. ¿No? Ahora digo yo ¿por qué la gente no se hace el análisis de la B y la C? ¿Por qué no les dicen por televisión que se lo tienen que pedir a su médico? ¿No se salvarían muchos así? ¿Qué es lo que pasa? Llenan la televisión de novelas, chismes de peleas de parejas, peleas de políticos y futbol todo el día. Me da una bronca. No me van a decir que no tienen un ratito para hablar de algo tan importante.
—Por eso este año estaremos otra ve. en la Plaza Montenegro de 10 a 16 hs. vacunando para la B y haciendo detección de Hepatitis B y C.
—Se lo voy a decir a todo el mundo.
—¿Sabe cuántas personas mueren por año en el mundo por causa de esta enfermedad? 1 millón y medio. ¿Cuánto llevo yo arriba de este coche? ¿20 minutos? Saquemos la cuenta. 1 millón y medio por año son 4 mil 100 por día, 170 por hora. 2,8 por minuto. En el mundo, claro. Pero mientras viajamos estos 20 minutos, nos da 56 muertes, si no me equivoco.
—Uy, metale nomás doña. Me alegro que haya muchos grupos en el mundo. Y no solo de hepatitis, de muchísimas cosas que los gobiernos parecen como que no les interesara. ¡Qué se le va hacer! Ya llegamos, señora. Y ¡suerte!